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La Fundación Engelmajer envía 400 toneladas de ayuda a Angola y Senegal

Angola y Senegal también existen. La tragedia ruandesa ha servido para impulsar la solidaridad del Primer Mundo, pero también ha eclipsado los problemas de otros países del continente africano que viven dramas similares. En Angola, la guerra civil se ha cobrado más de 500.000 vidas en las últimas dos décadas y dos millones de personas sobreviven. gracias a la ayuda humanitaria. Una ayuda como la que partió ayer de Madrid con destino a Angola y Senegal enviada por la Fundación Engelmajer: 400 toneladas de alimentos, material sanitario y ropa."Se piensa que los problemas de estos países se están solucionando, pero no es así", señaló Eduardo Pérez, portavoz de La Fundación Engelmajer, que nacida en Navarra en 1987 mantiene relación con la asociación El Patriarca, cuyo fin es la rehabilitación de toxicómanos, que cambió d e nombre tras desatarse hace unos años una polémica por supuestas irregularidades financieras y por la terapia que utilizaba. Dos miembros de la asociación fueron detenidos en marzo de 1990 acusados de coacción y detención ilegal. Para Eduardo Pérez, portavoz de la Fundación Engelmajer, "esa polémica está ya olvidada".

El padre Bartolomé Vicens, colaborador de la fundación, dio la orden de salida a los 33. vagones del tren cedido por Renfe que lleva la carga a Lisboa, donde se embarcará junto con otras 400 toneladas en el buque Patriarche, propiedad de la fundación, con destino a Angola y Senegal. La ayuda ha sido suministrada por empresas de España, Francia e Italia y por diversas instituciones, entre las que destacan hospitales españoles.

Alimentos y medicinas

La mitad del cargamento es ayuda alimentaria; una cuarta parte, material sanitario, y el resto, suministros diversos. La mayoría de esta cuantiosa ayuda -el único vuelo fleta do por España con ayuda a Ruanda transportó menos de tres toneladas- va dirigida a Angola, pero también se envían medicamentos para Senegal.El teólogo Enrique Miret Magdalena, presente en el acto, pidió que las ayudas no sean sólo de emergencia. "Es necesario otro tipo de apoyo para que ellos se puedan autoayudar", dijo, y añadió: "La nueva ética mundial ha de ser la de la solidaridad y la de la responsabilidad, pues todos somos responsables de todo".

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