La UE devolverá a España entre 50.000 y 105.000 millones, por anticipos de 1993
España recibirá entre 50.000 millones y 105.000 millones, de pesetas de la Unión Europea en concepto de devolución de las aportaciones al presupuesto comunitario de 1993. Esta devolución, con la que los Estados miembros cuadran las cuentas anuales, es excepcionalmente elevada debido a la caída de la actividad económica de aquel año y a la devaluación de la peseta. El Consejo de Ministros de Presupuestos de la UE aprobó ayer en primera lectura su propuesta para 1995, que se eleva a 71.995 millones de ecus (11,5 1 billones de pesetas).La Comisión Europea estima que las devoluciones a los Estados miembros por cantidades a cuenta abonadas en exceso por el ejercicio de 1993 se eleva a 3.200 millones de ecus (512.000 millones de pesetas). Estas devoluciones, que no se concretarán hasta octubre próximo, son muy elevadas porque los pagos a cuenta se fijan de acuerdo con las previsiones de crecimiento económico y de recaudación del impuesto sobre el valor añadido (IVA).La recesión vivida en el año 1993 ha tenido como consecuencia que el PIB comunitario haya crecido por debajo de lo esperado y que cayera la facturación por IVA. Según las primeras estimaciones de la Comisión, a España le corresponderán unos 50.000 millones de pesetas. El Ministerio de Economía y Hacienda español eleva esas previsiones a entre 80.000 y 105.000 millones de pesetas.
Los ministros de Presupuestos -representados ayer por los secretarios de Estado- aprobaron en primera lectura las cuentas de la Unión Europea para el ejercicio de 1995. La cifra acordada, 71.995 millones de ecus, recorta en 412 millones de ecus (65.000 millones de pesetas) la propuesta presentada por la Comisión Europea.
El recorte se centra en las partidas destinadas a las redes transeuropeas (57 millones de ecus), acciones sociales (57 millones de ecus), educación (45 millones de ecus), energía (39 millones de ecus), información (32 millones de ecus), audiovisual y cultura (28 millones de ecus), y acciones regionales (16,5 millones de ecus). Las acciones de política exterior se reducen en 191 millones de ecus, en perjuicio, sobre todo, de los países mediterráneos (39 millones de ecus). Las destinadas a Europa oriental sólo se reducen en 15 millones de ecus.
El presupuesto debe ahora ser aprobado en primera lectura por el Parlamento Europeo, para volver nuevamente al Consejo en segunda lectura y de nuevo al Parlamento, que realizará la última votación en diciembre próximo. La tradicional batalla presupuestaria se centrará este año en la exigencia del Parlamento de que se cumpla la llamada "decisión de recursos propios", es decir, el acuerdo político adoptado por los Doce en Edimburgo por el que se amplía del 1,20% del PIB al 1,21% del PIB la aportación de cada uno de los Estados miembros.
La aplicación de este acuerdo está bloqueada por el contencioso que enfrenta a Italia con el resto de los Doce por la multa de la leche. Este bloqueo ha obligado a los Doce a renunciar a una partida estimada en 378 millones de ecus (60.000 millones de pesetas), para no sobrepasar el actual límite del 1,20% del PIB de recursos propios. La primera propuesta de la Comisión se situaba en el 1,205% del PIB y la que presentará el Parlamento alcanzará el 1,21%, que fue acordado en Edimburgo.
Las cuotas lácteas
W. O. El conflicto por las cuotas lácteas arranca de las sanciones impuestas a Italia (2.76ó millones de ecus, 440.000 millones de pesetas) y España (2.150 millones de ecus, 344.000 millones de pesetas) por sobrepasar la producción que le asignaban sus respectivas cuotas lecheras entre 1989 y 1993. La Comisión propuso rebajarlas a 1.465 millones de ecus a Italia y 1.080 a España, al entender que tenían derecho a que la sanción se aplicara descontando de los excesos de producción de cada año las cuotas lácteas adicionales aprobadas de forma provisional en 1993.
La aplicación de estas cuotas de forma retroactiva a lo s anteriores ejercicios ha sido cuestionada por algunos Estados miembros y el Reino Unido ha llevado el tema al Tribunal de Luxemburgo. La pasada semana, los ministros de Agricultura acordaron ampliar de forma definitiva las cuotas lácteas de ambos países, pero el problema de la multa debe ser resuelto por los ministros de Asuntos Exteriores o por el Ecofin. Mientras, Italia se niega a aumentar su aportación comunitaria del 1,20% al 1,211/6 del PIB porque afirma que no tiene dinero para pagar la multa de la leche y además aumentar su aportación comunitaria.
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