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La OMS predice que la hemofilia se curará a final de siglo

La ingenienía genética ya permite tratamientos paliativos

El rápido progreso de la tecnología genética permite pensar que para finales de este siglo se podrían producir los primeros casos de curación de la hemofilia, según expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).Reunidos la pasada semana en Ginebra bajo los auspicios de la OMS y de la Federación Mundial de Hemofilia, para discutir sobre los tratamientos modernos de la hemofilia, incluídas las perspectivas de la terapia génica y la utilización de productos obtenidos por la ingeniería genética, este grupo de especialistas basa sus previsiones en la evaluación de los recientes experimentos científicos en este terreno.

Según el profesor de la Universidad de Milán Pier Mannucci, durante los próximos años, y a la espera de que la terapia genética se generalice como una técnica curativa, la utilización de concentrados obtenidos mediante la ingeniería genética ofrecerá posibilidades de tratamiento relativamente satisfactorias.

Mediante este nuevo método, que consiste en insertar un gen normal en lugar del defectuoso causante de la enfermedad, se pueden evitar numerosos efectos secundarios, según Mannucci. Por el momento se continúan efectuando transfusiones sanguíneas con el consiguiente peligro de infectarse con el virus de insuficiencia inmunológica adquirida, en el caso de no haber sido estrictamente controlada la sangre.

La hemofilia es una alteración hereditaria de la coagulación de la sangre, que origina una tendencia a la hemorragia que puede hacer peligrar la vida del enfermo. Sólo los varones padecen esta patología, transmitida por las madres.

La terapia genética es una técnica que, si bien está dando todavía los primeros pasos, resulta prometedora en el tratamiento de cierto número de enfermedades. Se podría prever incluso la utiliza ción de los genes a título 'farmacéutico", de la misma manera que cualquier otro sistema de liberación controlada de medicamentos.

Esta técnica podría servir también para el tratamiento de las mutaciones genéticas (mucoviscidosis), para matar la células (el cáncer) o para modificar una sensibilidad (las afecciones coronarias).

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