Clinton acusa a la prensa de lanzar "rumores disparatados" sobre el 'caso Whitewater'

La Casa Blanca acusó ayer a la prensa de propagar "rumores disparatados" relacionados con el caso Whitewater que han provocado inestabilidad en la bolsa de Nueva York y una sensación generalizada de incertidumbre y confusión en los medios políticos norteamericanos.La portavoz de la Casa Blanca, Dee Dee Myers, se quejó ayer del comportamiento de, la prensa y en particular de la propagación de rumores que vinculan la muerte del abogado de la Casa Blanca Vicent Foster con el escándalo Whitewater. Foster apareció muerto el día 20 de julio pasado en Washington. La policía informó que se trató de un suicidio. Esa misma noche, funcionarios de la Casa Blanca se llevaron del despacho de Foster los documentos relacionados con Whitewater.

La conexión entre Foster y Whitewater fue especialmente aireada por el periódico conservador The Washington Times y por el famosísimo comentarista de radio, también ultraconservador, Rush Limbaugh. Pero otros medios de más prestigio se han hecho en los últimos días eco de esa presunta vinculación.

"Creo que todo el mundo que. perdió dinero ayer [en la bolsa] debería culpar a Limbaugh. Su informe es completamente irresponsable e insustancial", dijo Myers, quien también se preguntó "¿cómo es posible que medios de comunicación de prestigio se hicieran eco de tan disparatados rumores?". La bolsa bajó el jueves 23 puntos entre rumores de una próxima dimisión de Clinton. Ayer, Wall Street inició sus actividades de nuevo a la baja.

El presidente Bill Clinton se ha quejado también del súbito enrarecimiento del clima político, y ha hecho un llamamiento a todos los que estos días se manifiestan en relación con Whitewater para que reflexionen sobre "qué clase de mensaje envían a los jóvenes que están viendo esa clase de comportamientos". "Cuando la gente conecta la televisión y ven a sus gobernantes y parlamentarios, ¿qué es lo que ven? Gente que usa palabras de extrema descalificación unos con otros", afirmó el presidente en un discurso en el que trató de reactivar su programa contra el cnmen.

Superar la presión

Clinton ha puesto a trabajar a toda la Administración en un intento de superar la presión del Whitewater con iniciativas políticas de importancia. En ese contexto, el presidente anunció ayer que su prevista cumbre americana se celebrará en Miami porque esa ciudad representa "la promesa de la integración hemisférica".

Con esa cumbre, Bill Clinton pretende cubrir políticamente un área del mundo a la que apenas se ha dedicado desde su toma de posesión, con excepción del Tratado de Libre Comercio (TLC) con México y Canadá. Dentro de esa ofensiva, el vicepresidente Al Gore realizará a lo largo de este año dos viajes a América Latina. El primero de ellos, este mismo mes a Argentina, Brasil y Bolivia.

La cumbre latinoamericana, que supone una peligrosa interferencia en la iniciativa española de celebrar cumbres hispánicas cada dos años, afrontará fundamentalmente las aspiraciones de varios países de América Latina de firmar con EE UU compromisos de libre comercio similares al TLC. Chile es el primer país en la lista para esa negociación. Clinton dijo en el anuncio de la reunión que la integración americana sería un instrumento ideal para relanzar las economías del continente y permitiría la creación de un millón de puestos de trabajo antes de año 2000.

Funcionarios norteamericanos anticiparon que ni Fidel Castro ni ningún líder militar de Haití serán invitados a la cumbre de Miami, puesto que ésta quiere reunir únicamente a los líderes elegidos democráticamente.