El hallazgo de un aminoácido extraterrestre relanza la teoría del origen espacial de la vida
El bombardeo de asteroides descongeló los mares y dió origen a la materia orgánica
ENVIADA ESPECIAL Un aminoácido, constituyente básico de la materia orgánica, procedente seguramente del bombardeo de la Tierra por asteroides en épocas remotas, ha sido hallado en hielo perpetuo de cuatro millones de años extraído en Groenlandia, ha anunciado el científico californiano Jeffrey Bada en la reunión de la Asociación Americana para el Avance de la. Ciencia (AAAS). El descubrimiento, el segundo tras el relacionado con la extinción de los dinosaurios, reaviva la discusión sobre el origen extraterrestre de la vida.
Sólo en una ocasión se había encontrado anteriormente un aminoácido distinto de los 20 conocidos que, combinados de forma diferente, forman todas las proteínas existentes en la Tierra, base de la vida. Los aminoácidos se definen como compuestos químicos que tienen un grupo amínico y otro carboxílico unidos a un mismo átomo de carbono.El aminoácido hallado en Groenlandia, denominado AIB, no existe en la Tierra excepto en algunas pocas muestras microbianas purificadas en laboratorio, explica Bada, de la Universidad de California en San Diego, quien no duda de su origen extraterrestre. "El pedazo de hielo perforado del que ha sido extraído tiene cuatro millones de años de antigüedad y hemos tenido que procesar 10 kilos de hielo para encontrar una millonésima de gramo de AIB", dice. El aminoácido fue descubierto el pasado mes de diciembre en una muestra perforada en 1992.
Bada afirma que apenas se conoce el primer millón de años de la Tierra. "El reto que tenemos es imaginar cómo era el planeta al principio, cómo se formaron los componentes orgánicos y cómo éstos se ensamblaron para constituir organismos vivos", dice.
Descongelación de océanos
Su propuesta es que la Tierra pasó por un periodo de congelación primitivo, incluida la superficie oceánica, y que luego el agua se descongeló debido a fortísimos impactos de meteoritos. "Sólo si las temperaturas eran muy bajas pudieron acumularse los compuestos orgánicos", * continúa. "El frío en un océano cubierto por una capa de hielo favorece la conservación de la materia orgánica".
David Stevenson, del Instituto de Tecnología de California, comenta: "La opinión científica establecida es que no se pudo congelar el océano suponiendo que el contenido de C02, gas de efecto invernadero, en la atmósfera era muy alto. Pero no tenemos ninguna roca que nos dé indicios al respecto porque las más antiguas son de hace 3,7 millones de años y han sufrido muchas alteraciones", explica Bada. Según él, los impactos de meteoritos aquí y allá fundirían periódicamente zonas oceánicas. "La vida pudo empezar en siete sitios a la vez o pudo empezar varias veces", comenta.
Stevenson recuerda que los impactos de muy alta energía de meteoritos influyeron en la formación física de la Tierra y de su atmósfera. "Tal vez trajeron la vida desde el espacio o tal vez la retrasaron esos traumas, por ejemplo térmicos. Soy agnóstico al respecto", dice.
Bada sugiere que la congelación superficial del océano puede atrapar muchos compuestos que se emitirían a la atmósfera en forma de gases cuando los impactos de los meteoritos hicieran agujeros en la capa helada del agua. "Esto podría ser la fuente de los gases de efecto invernadero que producirían un planeta incongelable", dice.
El flujo de impactos de meteoritos en la historia primitiva de la Tierra, debido al mismo proceso de formación del sistema solar, era muy grande al principio y fue disminuyendo hasta estabilizarse en un nivel bajo hace 3,6 millones de años, nivel que persiste hasta ahora, explica Stevenson. Y el tamaño de esos cuerpos que bombardeaban la Tierra debió de ser varios órdenes de magnitud superior al que supuestamente impactó hace 65 millones de años causando grandes extinciones de animales como los dinosaurios. Precisamente en el nivel geológico correspondiente a las huellas de este gran meteorito aparecieron los únicos aminoácidos de origen extraterrestre hallados anteriormente.
El origen de la vida, de los primeros elementos capaces de replicarse y bajo qué condiciones, es todavía uno de los grandes enigmas científicos, comenta Bada: "Pero aún es más importante conocer las mutaciones aleatorias de los organismos vivos primitivos, porque si hay algo que sólo hace copias perfectas de sí mismo, nunca cambiará, mientras que algunas mutaciones harán que algunos organismos fracasen y otras producirán organismos más capaces de sobrevivir".
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