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La costosa protección del pasado

La tragedia del Liceo despierta la atención sobre los monumentos enpeligro

Raro es el día que no surge alguna denuncia sobre una catedral que se desmorona, unas murallas que se desploman o un monasterio que se pierde. Pero ha sido la desaparición del Liceo de Barcelona en brazos del fuego lo que ha puesto en boca de todos la situación del patrimonio.Las manifestaciones oficiales de la reconstrucción inmediata del templo del bel canto "sin reparar en gastos" ha desatado una cadena de protestas entre quienes consideran prioritario el cuidado de los restos de una historia marcada por tres culturas. España cuenta con un patrimonio que oficialmente consta de 15.000 edificios, aunque existe a certeza de que esa cifra no es ni la tercera parte de lo que habría que cuidar.

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Pero, aunque la situación de varios de los principales monumentos del patrimonio cultural español sigue dejando mucho que desear, la atención que reciben hoy es mucho más esmerada que la que tenían en el pasado.

Tanto desde la Administración central como desde las comunidades autónomas, locales o desde la Iglesia, propietaria de alrededor del 70% de los edificios y conjuntos catalogados como histórico-artísticos, se asegura que, aunque haya problemas concretos, la salud del patrimonio está siendo controlada y que el traspaso de ese cuidado a las 17 comunidades autónomas, hace ahora 10 años, ha resultado ser una decisión totalmente beneficiosa.

José Guirau, director general de Bellas Artes y Archivos del Ministerio de Cultura, asegura que si pensamos en los problemas que había hace 10 años, la situación actual es más que positiva. Y argumenta su optimismo explicando que la proximidad entre los cuidadores y los conjuntos que hay que proteger es la única fórmula para que el tutelaje sea eficaz y se pueda intervenir rápidamente.

El Ministerio de Cultura sólo hace una labor de coordinación y obliga -o suple- a los propietarios a intervenir. La Consejería de Cultura de cada comunidad tiene toda la responsabilidad sobre su territorio, tanto a la hora de decidir qué es lo que debe ser protegido como la forma de protección. Cada comunidad decide igualmente el presupuesto que destina a este tema.

De todas formas, esa coordinación teórica no siempre funciona, como se ha demostrado en el caso de algunas comunidades autónomas, como Castilla y León, donde, además de la archiconocida polémica sobre la catedral de Burgos, los estudiantes & la Facultad de Historia del Arte de Valladolid denunciaron el viernes el deterioro general del patrimonio de esta comunidad autónoma, informa Francisco Forjas. Los estudiantes señalan el estado del Museo Nacional de Escultura de Valladolid y las catedrales de Burgos y León como ejemplos de la dejadez que caracteriza la gestión del Gobierno regional.

En muchas ocasiones este descuido solo empieza a repararse después de alguna denuncia pública hecha por particulares, indignados por la degradación de algún edificio. La asociación de estudiantes ha detectado numerosas goteras y grietas en el edificio del Museo Nacional de Valladolid, que custodia las obras de los imagineros más importantes del mundo, como Gregorio Fernández, Juan de Juni, Alonso Berruguete o Mariano Benllure. Según el portavoz de la asociación, José Miguel Ortega, "las salas del museo se calientan con estufas, con el consiguiente daño que puede ocasionar a las maderas. Estas estufas se utilizan desde 1977, fecha en que se editó la última guía del museo".

Para Ortega, la degradación del Museo Nacional de Escultura "es tal, que su escalera de piedra, que data de 1490, tiene partes irrecuperables, y los cables eléctricos, instalados junto al artesonado de madera, pueden provocar un incendio en cualquier momento".

José Guirau asegura que, en el caso de la catedral de Burgos, las discrepancias fueron con los anteriores responsables eclesiásticos, no con la Junta. "Los criterios litúrgicos llegaron a primar sobre los artísticos y empezaron a hacer transformaciones sin encomendarse a nadie. Pero, en general, el entendimiento es bueno. Lo que la gente tiene que entender es que en este campo son difíciles las terapias preventivas y los tratamientos han de ser a la fuerza muy lentos. Ha habido épocas en las que la presión de los medios de comunicación y el afán por presentar apresuradas intervenciones espectaculares causaron auténticos desastres".

Como ejemplo Guirau habla de la Mezquita de Córdoba. "Hace siete años que se trabaja intensamente en todo el edificio. Cada pieza del monumento presenta un problema diferente. Se ha hablado de las termitas, pero ése es sólo uno de los muchos problemas que tiene ese fantástico

conjunto. Calculo que antes de 20 años no habrán terminado los trabajos de restauración". El desprendimiento de parte de la fachada sur de la Mezquita de Córdoba ha sido uno de los escasos accidentes que ha obligado a la Junia de Andalucía a acometer una intervención de emergencia en un monumento de importancia.

Andalucía parece ser, precisamente, la comunidad que más ha hecho por su patrimonio, informa Alejandro V. García, y una de las que más presupuesto dedica a este capítulo, unos 6.000 millones de pesetas. La conservación de los núcleos monumentales andaluces es aceptable, si bien las restauraciones de los edificios propiedad de la Iglesia van ligeramente retrasadas en comparación a los de titularidad pública. El recorte presupuestario, sin embargo, ha. restringido las obras regulares de consolidación y las excavaciones,

El patronato de la Alhambra de Granada, el monumento más visitado de España, ha acometido en los últimos cinco años numerosas obras, principalmente en las torres de la Alcazaba, que ha puesto en marcha un ambicioso plan de excavaciones arqueológicas. Asimismo, ha afrontado restauraciones sobre elementos representativos, como el recién abierto retablo cristiano del siglo XVI de la Puerta de la Justicia. Aunque la Alhambra se mantiene con sus propios ingresos, la Junta de Andalucía presupuesta anualmente una partida que destina a restauraciones.

La restricción presupuestaria obligará a posponer algunos trabajos, que, en cualquier caso, no son esenciales para la integridad del monumento. El complejo arqueológico de Medina Azahara, en Córdoba, también se ha resentido de los recortes. Para 1994, la intervención más importante se hará con los fondos culturales del Campeonato del Mundo de Esquí que se celebrará en Sierra Nevada el año próximo. Se trata de la restauración de las estancias internas del palacio de Carlos V, situado en la Alhambra, que incluye el traslado del Museo de Arte Hispano-Musulmán a unas estancias en las que los objetos no corran peligro de deterioro.

En general, los problemas de los monumentos vienen siempre del estado de los cimientos o de las cubiertas del edificio. El mal de la piedra lo sufren, en general, todos los monumentos antiguos. Puede ser producto de la contaminación, de la mala calidad de la piedra, de las transformaciones climatológicas o de los cambios bruscos de temperatura a lo largo de los siglos. Cada piedra pide una actuación distinta y se han estado aplicando soluciones que no siempre eran las más adecuadas.

"Nos hemos enfrentado a un doble problema", asegura Guirau, "que era la falta de técnicas adecuadas y de personal especializado. La desidia de décadas anteriores frenó la inversión e investigación tecnológica en un campo tan especial como éste. Y, por otro, hay grandes arquitectos que no están capacitados para acometer una obra de restauración arquitectónica. Lo que puedo decir es que, frente a lo que se hacía durante el franquismo, siempre sobre los mismos edificios, ahora se intenta luchar contra el tiempo en los mayores frentes posibles".

Guirau añade que cuanta más riqueza hay en un país, y no duda de que España es uno de los más ricos del mundo, y más se valora, más casos de deterioro se van dando a conocer. A la hora de citar actuaciones prioritarias, Guirau escoge varios ejemplos. Por citar unos cuantos casos que actualmente preocupen a Cultura: señala las catedrales de León, Oviedo, Toledo y Tarazona; la Alhambra de Granada; la isla de Tabarca, en Valencia; las murallas de Ibiza; el conjunto Gaudí de Barcelona; el conjunto de La Granja, en Segovia; la Mezquita de Córdoba; los monasterios de San Pedro de Arlanza y Calanova; el Teatro Romano de Cartagena, y el conjunto de Aranjuez.

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