Agricultores de Castilla y León variarán su cosecha para proteger la avutarda

Un total de 273 agricultores de Castilla y León han optado este año por cosechar menos cereal a cambio de proteger las avutardas. Esta vocación naturista de los agricultores ha sido posible gracias al programa de protección de las estepas cerealistas de la Junta de Castilla y León, que la Comisión Europea aprobó en verano y la Consejería de Presidencia puso en marcha en noviembre. Las subvenciones ascienden a 30.000 millones en cinco años.

El programa está pensado para incentivar prácticas agrícolas en tierras de secano que esquilmen menos la naturaleza y protejan las aves de las estepas cerealistas (avutarda -la más representativa, porque la cuarta parte de su población mundial está en Castilla y León, unos 6.000 ejemplares-, sisón, calandria, aguilucho cenizo). Las subvenciones están financiadas al 75% por la Unión Europea y el 25% restante por el Gobierno autónomo. Las previsiones del plan, que tiene una vigencia de cinco anos, son de invertir 30.000 millones y abarcar más de medio millón de hectáreas.Los agricultores recibirán primas en función de lo que dejan de producir, por reducir el uso de fertilizantes y pesticidas (unas 6.000 pesetas por hectárea y año), aumentar la superficie de barbecho (entre 13.000 y 24.000 pesetas), mejorar el barbecho (entre 7.000 y 13.000), mejorar los pastos (entre 15.000 y 25.000) y por crear bosquetes y linderos (entre 27.000 y 48.000 pesetas por hectárea y año).

Según cuenta Rafael Sáez, de la Dirección General de Estructuras Agrarias de la Junta, Valladolid es la provincia donde más agricultores se han apuntado al plan; seguida de León y Zamora. De Burgos no ha llegado ninguna petición. Soria es la única provincia que no puede acogerse a este programa.

Las 22 comarcas incluidas en el plan están divididas en dos grupos, según la densidad de aves. Para recibir las ayudas, los agricultores han de cumplir con unos porcentajes en sus explotaciones de cereales: entre el 25% y el 50% del terreno en barbecho (en descanso, no cultivado), un 10% para pastos y el 1% de bosquetes y linderas.

La protección de las estepas y las avutardas ha registrado en los últimos meses otros dos importantes pasos: la confirmación de Los Monegros como firme candidato a parque nacional y una sentencia del pasado otoño que condenó a dos cazadores furtivos a pagar 400.000 pesetas por haber matado una avutarda en mayo de 1991 en el término municipal de Arévalo (Ávila).

Humedales manchegos

El Programa de Protección de las estepas cerealistas queda dentro de las medidas ambientales que la Comisión Europea acompaña a la reforma de la política agraria común (PAC) -en esas pautas que se adjuntan a la PAC figuran también el plan de reforestación y el de jubilaciones anticipadas-. La CE también aprobó el año pasado conceder más de 12.000 millones al plan de recuperación de los humedales manchegos, y especialmente de las Tablas de Daimiel, que prevé compensaciones para los agricultores que abandonen el regadío para volver al secano. La protección de las estepas y de su avifauna ha sido uno de los ejes de las campañas de la Sociedad Española de Ornitología (SEO).