_
_
_
_
_

El Gobierno mexicano investigará los excesos del Ejército en Chiapas

El Gobierno mexicano se ha comprometido a actuar con energía en todos los casos de violaciones de derechos humanos que se hayan dado en Chiapas durante la represión militar del conflicto armado iniciado el 1 de enero y ha hecho un llamamiento a la ciudadanía de aquella región para que ponga en conocimiento de la Comisión Nacional de Derechos Humanos cualquier anomalía descubierta.El compromiso del Gobierno que preside Carlos Salinas de Gortari es firme, se asegura en medios próximos a la presidencia de la República. El conflicto de Chiapas sorprendió al Ejecutivo, que utilizó al Ejército como un primer recurso constitucional que tenía a su alcance para sofocar la sublevación. Pero a los militares se les fue desde un primer momento la mano y el Gobierno tuvo que rectificar su primera decisión y optar por una negociación política que ahora busca afanosamente el comisionado Manuel Camacho.

Más información
Zapatistas por la gracia de Dios en la selva Lacandona
El obispo Samuel Ruiz, reconocido como único mediador

Observadores políticos estiman que la rectificación de Salinas no sólo ha calmado a la oposición de izquierdas, que comulgaba desde un primer momento con la idea de la negociación política, sino que ha detenido también la campaña de terror psicológico que sufrió el país días después del levantamiento armado con varias acciones de sabotaje.

Apoyo internacional

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Salinas está recibiendo apoyos en las últimas horas de numerosos jefes de Estado y de Gobierno amigos que estiman que una acción como la de Chiapas, pese a los errores iniciales del Gobier no, no tiene por qué manchar toda una gestión de cinco años que ha tenido como objetivo la modernización de México y su integración en un acuerdo comercial con dos de los países más industrializados del mundo, Estados Unidos y Canadá.

Los dos errores que se le achaca al Gobierno es no haber localizado antes este foco guerrillero surgido de un área de marginación indígena y enviar después a 10.000 soldados, deprisa y corriendo, para intentar sofocar la rebelión. De lo primero tiene mucha culpa el ya destituido secretario de Gobernación, Patrocinio González Garrido, que con anterioridad fue gobernador de Chiapas, y de investigar lo segundo se está encargando ya la Comisión Nacional de Derechos Humanos que preside el jurista Jorge Madrazo.

Madrazo, el ombudsman mexicano, visitó el jueves los poblados que ocupó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional durante su retirada y anunció que hasta ese momento ya ha recibido un centenar de quejas sobre la actuación del Ejército y de la propia guerrilla en la zona. Pese a que la Comisión es cuestionada por otros grupos no gubernamentales, "es un organismo serio y fiable", aseguran medios políticos. El consejo de este organismo, del que forman parte personalidades como el escritor Carlos Fuentes, el responsable de la revista Nexos, Héctor Aguilar Camín o el director de La Jornada, Carlos Payán, ha emitido -un comunicado en el que, tras recomendar el diálogo, se advierte: "A pesar de lo doloroso del episodio de Chiapas es posible extraer de él lecciones valiosas que nos permitan avanzar en los propósitos políticos, económicos, sociales, jurídicos y democráticos que: los mexicanos nos hemos trazado como Nación".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_