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Una comisión de derechos humanos investiga las ejecuciones sumarias de zapatistas por el Ejército

El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Jorge Madrazo, investiga en San Cristóbal de las Casas la presunta ejecución sumaria de cinco miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) por unidades del Ejército me)acano en la represión de la revuelta de Chiapas. "Preocupa la crueldad con que se han presentado diversos ataques en las zonas de conflicto, en particular los bombardeos indiscriminados, que se han cobrado ya víctimas entre la población civil", señaló, por su parte, el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria.

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Médicos forenses han comenzado a realizar las autopsias de los zapatistas muertos en San Cristóbal de las Casas. Los forenses precisarán la trayectoria de las balas, el calibre y la hora en que presuntamente fueron ejecutados.Jorge Madrazo aprovechó su llegada a San Cristóbal para señalar que no son permisibles ni la ejecución sumaria, ni la desaparición forzosa, ni la detención ilegal, y que quien cometa estas acciones se hará acreedor de las penas que imponen para esos ilícitos las leyes.

El presidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari, reiteró que ha instruido a "los responsables institucionales de las operaciones" en Chiapas para que se dé prioridad "al respeto a los derechos humanos de la población civil". Por ello, Salinas solicitó al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos su presencia en Los Altos de Chiapas, informa Emilio Lomas.

Cinco altos dirigentes de la Central Independiente de Obreros y Campesinos (CIOAC) fueron detenidos por militares mexicanos y trasladados, presumiblemente, a Comitán. Jorge Arturo Luna, portavoz de la central, deploró que el presidente Salinas no establezca garantías para el diálogo y precisó que tanto el Gobierno local como el federal "han perdido el control sobre el Ejército", que está "decidiendo la situación en la zona de conflicto". Los sublevados en armas, señaló Luna, son fundamentalmente indígenas tzotziles, tzeltales y tojolabales, que reciben sueldos miserables por jornadas ilegales de trabajo, cuando no dan gratuitamente su trabajo a los caciques que dominan tanto en la zona fronteriza como en la sierra y el centro de Chiapas.

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El centro Francisco de Vitoria también demandó de "las autoridades competentes federales o estatales el esclarecimiento de cualquier violación de los derechos humanos, en especial de probables ejecuciones sumarias individuales y colectivas, las torturas o los tratos crueles e inhumanos, las detenciones ilegales o arbitrarias", como los hechos acaecidos en Ocosingo, en el que se habla de cinco personas ejecutadas, informa Triunfo Elizondo.

El Frente Independiente de Pueblos Indios, por su parte, manifestó su "más enérgico repudio" incremento de las violaciones de los derechos humanos de la población civil "que el Ejército mexicano está provocando con el bombardeo indiscriminado en los municipios de Acala y San Cristóbal de las Casas". "El bombardeo", señala el Frente en un comunicado, "sólo muestra debilidad y no contribuye a solucionar los problemas".

Una fuente eclesial dijo a EL PAÍS que los militares "están entrando a saco" en las poblaciones. "La población civil está más asustada con la presencia del Ejército federal que con la experiencia zapatista", dijo un portavoz de la curia que no quiso ser identificado, informa José Elías.

Respeto a los prisioneros

Entretanto, empiezan a conocerse denuncias de que muchos de los cadáveres que pueden verse a lo largo de las calles de Ocosingo, Las Margaritas y Altamirano tienen las manos atadas a la espalda, señales de tortura y tiro de gracia, extremo que ha hecho que la Conferencia Episcopal chiapaneca reitere su llamamiento para que la Cruz Roja Internacional y Amnistía Internacional lleguen hasta la zona para garantizar que se respete la integridad física de los heridos y prisioneros de guerra.

Ante la situación que atraviesa Chiapas, un grupo de intelectuales, entre los que destacan Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis y Emilia Poniatowska, demandó ayer el cese "inmediato" de los bombardeos que lleva a cabo el Ejército mexicano sobre "zonas densamente pobladas por civiles en territorio chiapaneco".

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