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El Banco de España da por concluido el ajuste de plantillas

La Central de Balances destaca la fuerte caída de la rentabilidad y la inversión de las empresas el pasado año

Las empresas han aprovechado la fuerte crisis económica iniciada en 1992 para realizar una "rápida e intensa reducción de plantillas", que les ha permitido mantener su excedente. Ésta es una de las principales conclusiones de la Central de Balances del Banco de España- presentada ayer por el director general de estudios de la entidad, José Luis Malo de Molina.Éste explicó que el ajuste podría haber concluido el segundo semestre de este año, pero "solamente la moderación salarial y la definición del nuevo marco laboral permitirá la mejora de la rentabilidadempresarial y, por lo tanto, la inversión que acelere la reactivación económica". El estudio anual del banco emisor muestra la fuerte caída de la rentabilidad y la inversión empresarial.

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Como todos los años, el Banco de España difundió ayer el avance de su Central de Balances, que recoge los resultados de las empresas no financieras en 1992. Este estudio se realiza en base a miles de encuestas (5.059 han sido procesadas para realizar este primer avance), que responden de forma voluntaria las compañías españolas, sin una muestra realizada de forma científica. Se producen, por tanto, algunos sesgos, ya que las grandes empresas y el sector público están más representados y no se pueden extrapolar cifras totales. Además, el sector agrícola y el del transporte están poco representados en las respuestas, según reconocieron los autores.En esta ocasión, los aspectos laborales son los que más interés han despertado de entre las conclusiones del documento, debido a la grave situación de desempleo que atraviesa el país. Se da además la circunstancia que la presentación del documento se ha producido apenas tres días después de conocerse la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de 1993.

El director general de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, destacó en la presentación del informe que "1992 ha sido un año duro para las empresas españolas, que se encuentran en una situación delicada, aunque no tanto como a principios de 1980", cuando se produjo la anterior crisis económica. Esta situación se ha traducido en una fuerte pérdida de. rentabilidad, una caída de la inversión real y el empeoramiento de su situación patrimonial.

Reducción de empleos

La principal diferencia de las consecuencias de la actual crisis económica sobre las empresas, respecto a la anterior, es que en esta ocasión el empleo ha respondido rápidamente al deterioro de la actividad. "Las empresas han realizado una rápida e intensa reducción de plantillas a partir del segundo semestre de 1992% explicó Malo de Molina, "que les ha permitido compensar el mayor crecimiento de la producción y mantener su excedente bruto".

Los datos muestran que los gastos laborales tan sólo crecieron un 5,6% el pasado año, frente a un aumento del 5% de la producción empresarial. Los mayores incrementos de costes laborales han correspondido a las pequeñas y medianas empresas (9% y 7,5% respectivamente), seguidos de las grandes empresas públicas, que han registrado un aumento del 6,7%, frente al 3,6% de las grandes empresas privadas.

Estas cifras no son, sin embargo, significativas si no se profundiza en aquellas partidas en que se han producido los menores crecimientos. "La desaceleración de los gastos de personal", explicó el director de Estudios del Banco de España, "se asienta en la intensificación de la caída del empleo, sobre todo los trabajadores no fijos".

La Central de Balances confirma que la moderación de estos costes viene de la mano de la caída del número de trabajadores, provocada por los ajustes de plantilla. El total de la plantilla de las empresas que respondieron al cuestionario cayó el pasado año en 2,7%, que hay añadir a otro 0,2% de 1991. Los ajustes han afectado más a los empleos temporales (-8,8%), que a los fijos (-1,6%) y más a las grandes empresas (-3,1%), que a las pequeñas y medianas.

Según José Luis Malo de Molina las empresas han respondido rápidamente reduciendo sus plantillas, al no conseguir un acuerdo de moderación salarial. De hecho, el aumento de los gastos de personal por trabajador ha sido del 8,5%, al pasar de 4 a 4,4 millones de pesetas anuales. Los mayores costes unitarios los soporta la gran empresa pública (4,9 millones de pesetas por empleado de media), seguido de las grandes empresas privadas (4,3 millones), mientras que las medianas registran un coste medio de 4 millones de pesetas y las pequeñas de 3,2 millones.

Por sectores, las mayores reducciones de plantillas han correspondido a la construcción, en donde el empleo ha caído un 13,6%. Le siguen agua y energía (-4,7%) e industrias manufactureras (-2,9%), mientras que el sector de comercio es el único que ha conseguido un aumento de trabajadores del 2,7%. Por el contrario, aquellas empresas que han ajustado más sus plantillas son las que han registrado un mayor aumento del coste medio por empleado.

El informe muestra también un moderado incremento de las cotizaciones sociales de las empresas (el 4,7% en 1992, frente al 12,8 el año anterior). Ello se ha debido a la fuerte caída de las cantidades destinadas a fondos de pensiones internos y externos (-18%, frente a un aumento del 51,6% en 1991), que ha compensado el incremento del 9,9% registrado en los costes de la Seguridad Social.

El director general del Banco de España añadió que "de la Central de Balances y de la última encuesta de población activa del INE se deduce que el ajuste de plantillas se aceleró a partir del segundo semestre de 1992 y se ha ido intensificando hasta el segundo trimestre de este año. Todo parece indicar que ya se ha realizado buena parte del ajuste y que a partir de ahora será mucho más moderado o que incluso esté ya agotado".

Señaló, sin embargo, que se debería realizar un segundo ajuste de los costes laborales vía moderación salarial, "que ha sido lenta e insuficiente para las actuales condiciones del mercado laboral". "Una moderación salarial", añadió, "facilitaría la recuperación y mantendría los niveles de empleo más altos". A su juicio, es imprescindible que los acuerdos salariales se mantengan en niveles bajos, porque "si no mejora la rentabilidad de las empresas no habrá recuperación económica".

El fondo de la crisis

José Luis Malo de Molina se remitió al último informe trimestral del banco emisor al ser preguntado sobre las perspectivas económicas inmediatas en España. Señaló que las cifras oficiales prueban que la crisis ha tocado fondo, pero que no se puede saber cuándo y cómo se iniciará el despegue.

Indicó, sin embargo, que "se dan algunas condiciones para la recuperación de la inversión empresarial, como el mantenimiento de los excedentes y las perspectivas de rentabilidad. Pero además deberían despejarse algunas incógnitas que mantienen incertidumbres para el inversor, como la definición del nuevo marco laboral".

Respecto al fuerte recorte de los tipos de interés en los últimos meses, Malo destacó que será un elemento muy positivo para las empresas en el presente ejercicio, que se pondrá de manifiesto en la Central de Balances correspondiente a 1993. "El abaratamiento del precio del dinero", dijo, "ayudará a mejorar la rentabilidad de las empresas y ayudará a realizar el saneamiento patrimonial".

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