Una posición realista
"El Gobierno italiano entiende que el tema audiovisual no debe entrar en los acuerdos de liberalización del GATT, y pide que, si al final quedara incluido, se aplique la cláusula de excepción cultural, lo cual nos resulta imprescindible". Carmelo Rocca, director general del Espectáculo, de la presidencia del Gobierno, resume así la posición del Ejecutivo italiano. "No es que nuestra postura sea más blanda que la francesa, es que es más realista, al añadir la segunda posibilidad si el tema acabara por ser incluido en el GATT", puntualiza Rocca.El director general dice que, obviamente, para Estados Unidos "hacer entrar lo relativo a los medios audivisuales en los acuerdos GATT, aun con la excepción cultural, sería una conquista, porque esta excepción no es eterna, se discute cada vez". A la pregunta de si Italia hará alguna propuesta concreta a sus socios comunitarios sobre medidas de presión u otras a tomar, responde: "Dado que el acuerdo en la CE no se hace con cada país, nuestro Gobierno propone a la Comunidad simplemente que diga no a la inserción de estos temas en el GATT. Esperemos que se logre".
El manifiesto a favor de la cláusula de excepción cultural, aparecido en toda la prensa europea, ha sido, por lo demás, secundado sin ambages por los profesionales italianos. Es el caso de la Associazionale Autori Cinematografici (ANAC), la Societá Italiana degli Autori ed Editori (SIAE) y el Cindacato degli Attori Italiani, además de personalidades como Gillo Pontecorvo. Sapo Matteucci afirma que "la SIAE entiende que la obra de arte o ingenio no es una mercancía cualquiera, por lo que no puede depender exclusivamente de las reglas del mercado".
Desde el Sindicato de Actores Italianos, Tonino Pavan dice suscribir "íntegramente la postura francesa. Nos conforta que nuestro Gobierno piense igual".
