Las exigencias de España

El mantenimiento de las rentas agrarias con carácter general y la modificaión por parte de la CE de varias organizaciones comunes de mercado como el vino, el arroz, las frutas y hortalizas y el vino constituyen las principales reivindicaciones con las que acudirá mañana a Bruselas la delegación española. España considera importante que el actual preacuerdo del GATT incluya la llamada cláusula de paz para que la Política Agrícola Común (PAC) no pueda ser atacada en cualquier momento desde otros Estados; la posibilidad de aplicar la cláusula de salvaguardia contra importaciones anormalmente elevadas y que se mantengan las actuales ayudas directas para los cultivos herbáceos y la ganadería tal como contempla la reforma de la PAC. Para el Ministerio de Agricultura, partiendo de que no se cuestiona el fondo del preacuerdo GATT, resulta mucho más interesante lograr una serie de reivindicaciones que afectan sobre todo a cuestiones intracomunitarias.Desde esta perspectiva, la Administración española estará al lado de los países como Francia, que. defiendan igualmente esos compromisos sin perder de vista que para España lo más importante en este momento no es apoyar las posiciones francesas sobre restituciones a la exportación. Francia recibe anualmente por este concepto más del 35% de todas sus ayudas del Feoga-Garantía (unos 350.000 millones de pesetas) sobre todo por el cereal; mientras España cobra por restituciones solamente unos 50.000 millones de pesetas. Para el sector agrario español es importante que no se recorten las exportaciones ese 21 % que plantea el GATT en cuanto esos productos comunitarios indirectamente podrían provocar hundimiento de precios en todos los mercados. Pero, ante una posible situación de bloqueo en las negociaciones, para España resulta más importante lograr compromisos en otros sectores que en el caso de las exportaciones. España acude a Bruselas con las siguientes cuestiones sectoriales:

Vino. Para España no ha sido suficiente la supresión del precio de referencia. Agricultura considera que aumentarán las importaciones y que, además, la reducción de ayudas impedirá exportar. Reclama la eliminación de los procedimientos artificiales para aumentar la gradución del alcohol en el vino, la financiación completa por la CE de las medidas encaminadas a reducir la producción y que sean siempre fondos comunitarios los que regulen los mercados evitando el peligro de las renacionalizaciones.

Arroz. España propugna que, ante las dificultades derivadas de las mayores importaciones y los problemas para exportar, se aplique una ayuda por hectárea como en los cultivos herbáceos reformados.

Azúcar. La Administración española teme que la reducción del 20% en los aranceles y la dificultad para exportar provoquen una reducción de precios con riesgos para la desaparición del cultivo en amplias zonas españolas donde su productividad es inferior al resto de la CE. Defiende que se mantengan las rentas de los agricultores españoles con la aplicación de ayudas por hectárea.

Frutas y hortalizas. España insiste en que durante los últimos años, por los acuerdos suscritos con terceros países, se trata de unas producciones que vienen perdiendo preferencia comunitaria. Actualmente, de todos los productos hortofrutícolas solamente 19 tienen un precio de referencia y se aplican fundamentalmente coincidiendo con los periodos de producción de los países del norte de la CE. Tras la incorporación de, España, no se han modificado esos precios ni los calendarios, lo que supone una clara discriminación para los productos españoles como el espárrago o el ajo.

España señala que no es correcta la sustitución de precios de referencia por otros de entrada. Para España es absolutamente prioritario que la CE acepte la situación de discriminación que sufre la hortofruticultura española y que se adopten medidas de preferencia comunitaria para el sector. Agricultura reclama para el sector español el mismo trato que tienen en este momento el resto de los productores comunitarios en precios y calendarios.