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Castro asegura que la 'dolarización' en Cuba no dará paso al capitalismo

El presidente cubano, Fidel Castro, reafirmó ayer en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias los principios de la revolución al asegurar que la decisión de su Gobierno de despenalizar la Posesión de divisas, adoptada en julio como un primer paso hacia la liberalización de la economía, no dará paso al capitalismo. "No creo que se vaya a capitular a nuestros principios, porque nosotros, antes que renunciar a nuestros principios, preferimos renunciar a la vida", dijo. La desesperada situación económica de la isla llevó a Castro, sin embargo, a proponer un diálogo con Estados Unidos que culmine con el levantamiento del embargo económico.

Con hablar pausado, que denota los 66 años que cumplirá mañana, el presidente cubano abordó el tema de la actual encrucijada en la isla, de la que parece querer salir dignamente de la mano de España y Colombia. "La supervivencia del país significa también la independencia del país", dijo Castro en Cartagena de Indias, donde es huésped del presidente César Gaviria, con quien mantiene reuniones abiertas en las que participan como observadores el ministro de Asuntos Exteriores español, Javier Solana, y el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.Castro anunció un plan de medidas económicas -algunas comentadas con el ex ministro español de Economía Carlos Solchaga, durante una reciente visita a La Habana- y aunque no las enumeró, garantizó "que no son las clásicas medidas de choque que se han aplicado en América Latina. Esto lo puedo asegurar".

"Tenemos que buscarle solución a nuestros problemas de divisas, al exceso de dinero en circulación y otros problemas tratando de preservar el principio de protección de toda la población".

No se cerrarán escuelas, ni hospitales, ni universidades, advirtió en una conferencia de prensa plagada de detalladas referencias históricas, y reiteró su convicción "del deber de pensar en vivir en una sociedad más racional y más organizada que es lo que yo llamo socialismo", un objetivo que, según dijo, podrá tardar 300 o 3.000 años y no los 30 que calculaba cuando conquistó la. sierra Maestra

Abierto a todas las monedas

La despenalización de las divisas, dijo, posibilitará su uso "en determinados comercios y servicios y siempre pensando que lo que se logre captar de esas divisas convertibles se empleará en la compra de alimentos y medicinas en beneficio del país", explicó. Castro añadió que "no hay ningún privilegio con el dólar" y que Cuba está abierta a todas las monedas que puedan nutrir la red de servicios, sobre todo el turismo.El presidente reconoció que su prioridad era conseguir que Estados Unidos levantara el embargo que prohíbe toda relación con la isla. El mandatario asume que su país no es sólo geográfica, sino ideológicamente, la última isla comunista, pero no acepta el fracaso del socialismo como proyecto. "Lo que fracasó fue el capitalismo, el imperialismo, el nuevo colonialismo, porque nunca hubo tantos pobres en el mundo, tantos hambrientos y tanta gente sin atención médica".

Apoyado en la posibilidad de los puentes que puedan tenderle España y Colombia, Castro lanzó desde Cartagena de Indias una llamada a la comunidad internacional que, dijo, "siempre puede hacer algo en Naciones Unidas, en contactos bilaterales, para persuadir a aquellos que se empeñan en la política del bloqueo". A cambio, "yo estaría dispuesto a dar mi cabeza, a renunciar por la paz y el socialismo" si de eso dependiera el fin del cerco.

Como si tomara distancia de lo que han sido sus 34 años al frente de Cuba, Castro habló de su deseo de morir en la isla: "Me gustaría que mis huesos descansaran allí. Si pudiera caminar después de muerto lo haría en mi patria".

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