Estrellas del rock y del cine corean a Aretha Franklin en Nueva York
Dustin Hoffman y De Niro se suman a una gala contra el sida
Sólo la reina del soul, Aretha Franklin, puede tener a sus 51 años a un coro de estrellas como Elton John, Rod Stewart y Smokey Robinson, arrinconados a un lado del escenario para acompañarle en el estribillo de Chain of fouls. Sólo ella consigue que los actores Dustin Hoffman y Robert de Niro se aflojen la corbata para cantar a pulmón abierto a su lado. La noche del martes, todos acudieron a una gala en Nueva York cuya recaudación se destinó a la lucha contra el sida.
La platea del Nederlander Theatre de Broadway olía a la mezcla de perfumes caros que empalaga el ambiente de las fiestas de caridad. Cada butaca costaba entre 500 y 1.000 dólares (entre 60.000 y 120.000 pesetas) y la recaudación se destinaba a una de las más antiguas asociaciones norteamericanas de lucha contra el sida, Gay Men's Health Crisis. Los artistas iban vestidos de gala, los millonarios de rockeros y había mucho diamante de Tiffany's escondido entre las ropas hippies de moda. En las caras de algunos espectadores se veían las manchitas rosas características del sida y todos llevaban el lacito rojo de rigor, pero nadie hizo referencia alguna a la enfermedad cuya tasa de mortalidad en el estado de Nueva York es tres veces más alta que la de asesinatos.Ricos herederos y magnates de la industria del disco aguantaron, como un grupo disciplinado de extras, las interrupciones durante las cuatro horas la grabación del evento. La gala fue rodada por la cadena norteamericana Fox que ofrecerá este especial en mayo. En España, los 40 principales y M-80 a retransmitirán mañana a las 10 de la noche.
Con vestimentas de inspiración militar, Aretha Franklin y un rejuvenecido Elton John tocaron a duo de doble piano la canción Holy Moses. Al acabar, cómoda como si estuviera en casa con unos amigos, Aretha dijo que iba a cambiarse y reapareció con un conjunto todavía más aterrador que el que lució en la primera parte del espectáculo.
Con chaqueta y minifalda marfil con incrustraciones de brillantes, la cantante era una mezcla entre una bailarina retirada de Las Vegas y la madrina de una boda de postín de Brooklyn. Así vestida, cantó y bailó con su amigo de la infáncia y compañero de parroquia en Detroit, la canción Just to See You que hizo que algunos lloraran de emoción.
La que es, según Robert de Niro, la mejor cantante viva del siglo XX demostró que mantiene la misma potencia de antaño y su actuación confirmó que cuenta con la adoración de los mejores.
Babelia
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