El caso español
Los últimos datos del cine español confirman que la penetración del gigante estadounidense es abrumadora en España en número de títulos, recaudación y espectadores. De 27.454 millones de pesetas recaudados en salas entre enero y octubre de 1992, sólo 2.485 correspondieron a películas españolas, y 21.071 a las de Estados Unidos.Para José María Otero, secretario general de la fundación de productores Procines, esos datos "son la demostración de que Estados Unidos controla el mercado de una manera casi absoluta. La reordenación del mercado pasa por dos frentes: crear distribuidoras nacionales o interesar a las multinacionales en la distribución nacional".
De las 30 películas con mayor recaudación en el citado periodo, sólo hay una española, Makinavaja, el último choriso, en el puesto 30. Para José María Otero, habría que ver cómo se cumple la cuota de pantalla, que obliga a exhibir una película española o comunitaria por cada tres extranjeras. "Me temo, a la vista de estos datos", dice, "que el que no se cumpla puede ser una de las razones".
Una de las cuestiones básicas sería "resolver la financiacion para que se hagan más películas españolas orientadas hacia el público, como Belle epoque, Jamón, jamón o Acción mutante. Y si se hacen 40 o 50 y no se les bloquea el mercado estarían varias de ellas entre las 30 primeras". Otero considera imprescindible "reactivar el mercado con incentivos fiscales para la pequeña y mediana empresa que haga atractivo al capital invertir en cine, lo que empieza a ser rentable porque están no sólo las salas, sino también el vídeo y la televisión".
El Ministerio de Cultura dedicó a proteger el cine español 3.200 millones de pesetas en 1992. Otero considera que la actitud de los socialistas, en el Gobierno desde 1982, ha sido "distraida". Para el exhibidor González Macho, la situación actual del cine es de "abandono total".
Los 2.000 millones de pesetas que eran invertidos hasta 1991 por Radiotelevisión Española, y que se cortaron con la parálisis financiera de este organismo, dejaron al cine español en una situación delicada que hace urgente una ley financiera. "Esta ley es necesaria", dice Otero, "ya que sólo hay decretos que han ido resolviendo problemas, pero no existe una coordinación, y esperamos que esté trabajando en ello el Ministerio".
La amortización de una película española de costo medio (180 millones de pesetas) se produce actualmente de la siguiente manera: 10% de la televisión de pago; 30% de la televisión convencional; 5% del mercado del vídeo doméstico; 20% de la explotación en salas de cine en España; 30% de subvenciones del Estado y 5% de las ventas al extranjero, según porcentajes del productor Andrés Vicente Gómez.
Babelia
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