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EE UU reanudan la concesión de patentes sobre animales alterados por vía genética

Los laboratorios y empresas de Estados Unidos pueden patentar de nuevo animales modificados genéticamente, tras una moratoria impuesta por el Gobierno que ha durado casi cinco años. La moratoria se estableció después de la primera e histórica patente concedida a un ratón especialmente modificado para contraer el cáncer. Los derechos sobre el oncorratón fueron concedidos a la Universidad de Harvard en 1988 y provocaron una gran polémica.Hace unas semanas, la Oficina de Patentes de Estados Unidos concedió sendas patentes a tres organizaciones sobre ratones transgénicos de utilidad en medicina humana. En la actualidad están pendientes de respues ta más de 180 peticiones de patentes para animales. Sin embargo, mientras que en las más antiguas predomina la bioingeniería aplicada a obtener mejorar los animales ganaderos, las más recientes se centran en manipular genéticamente a los animales para aplicaciones médicas.

Los científicos esperan disponer pronto de ratones de laboratorio especiales para investigar el sida, cerdos alterados genéticamente para producir hemoglobina humana y vacas que producen leche con proteínas propias de la leche humana.

Los esfuerzos más ambiciosos y polémicos se centran en el desarrollo de animales que puedan suministrar órganos come, corazones, hígados o riñones para trasplantes a humanos. Una empresa de Princeton (Nueva Jersey), la DNX Corporation, trabaja en el desarrollo de cerdos con genes que enmascaran los marcadores inmunológicos propios de los cerdos, con lo que se evitaría el rechazo en caso de trasplantar órganos procedentes de estos animales. La DNX ya tiene un cerdo que produce hemoglobina humana, y cree que los primeros trasplantes se realizarán dentro de esta década.

"Creo que esto es sólo el principio", ha señalado James McCamant, editor de una revista sobre el mercado de la biotecnología, al comentar el fin de la moratoria. "Dentro de un año deberíamos saber ya quién tiene una posición más fuerte dentro del mercado".

El tema de las patentes es crucial para las empresas, porque así evitan que otro cualquiera pueda utilizar o vender sus invenciones durante 17 años a partir de la concesión. El Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó en 1980 que se pueden patentar nuevos organismos vivos.

Las primeras peticiones de patentes provocaron el rechazo del movimiento de defensa de los animales y de los granjeros. Estos últimos han pedido no pagar derechos por los descendientes de animales alterados genéticamente. La industria dice que su cambio de enfoque hacia la salud humana no tiene que ver con esta polémica, sino con la poca madurez del mercado en el caso de los animales de granja mejorados genéticamente. "No son negocio todavía", ha señalado el presidente de una empresa que abandonó hace unos años su proyecto de obtener un con menos colesterol. Igual pasó con otros trabajos para obtener vacas que crecían muy deprisa.

Copyright The New York Times

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