490 pacifistas rompen el cerco serbio y logran pasar 16 horas en Sarajevo
ENVIADO ESPECIALCuatrocientos noventa pacifistas procedentes de Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos, Japón y España lograron atravesar el pasado viernes el cerco que desde hace más de ocho meses sufre la ciudad de Sarajevo. Los pacifistas, entre ellos muchos miembros de organizaciones cristianas de base, pasaron 16 horas en la capital de Bosnia-Herzegovina para expresar solidaridad con sus habitantes y hacer un llamamiento a la paz. La delegación italiana, de la que formaban parte dos obispos y seis parlamentarios, era la más numerosa, seguida por la española, con 22 integrantes, la mayoría miembros de la Pataforma española por la paz en Bosnia, formada hace un mes.
Los pacifistas tenían previsto pasar tres días en la ciudad sitiada, pero el barco que les trasladó desde Italia se vio envuelto en una tormenta y las autoridades serbias retuvieron los nueve autobuses del convoy en llizda, junto a la línea del frente, durante nueve horas.
Los pacifistas recorrieron las calles de la ciudad entre las lágrimas y los aplausos de muchos habitantes de Sarajevo. Hicieron entrega de alimentos y medicinas y participaron en un acto con representantes de las cuatro comunidades que convivieron pacíficamente en Sarajevo (católicos croatas, ortodoxos serbios, musulmanes y judíos).
Reapertura del aeropuerto
El aeropuerto de la capital bosnia se abrió nuevamente ayer tras permanecer cerrado 11 días debido a los tiroteos y al mal tiempo. Un avión de las Fuerzas de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) aterrizó poco después del mediodía.
Los vuelos humanitarios no se reanudarán hasta el martes próximo, según informó un portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), que ha recibido garantías escritas de los rebeldes serbios y del Gobierno bosnio de que no dispararán contra los aviones.
El general francés Philippe Morillon, jefe de los cascos azules en Bosnia, desmintió categóricamente los rumores que desde hace días circulan por la ciudad sobre un inminente traslado de sus fuerzas a KiselJak, a 25 kilómetros de Sarajevo, zona en calma y bajo control croata.
Morillon afirmó mientras las bombas caían a unos seiscientos metros de distancia que sigue siendo partidario de proseguir las negociaciones entre las partes para "lograr la desmilitarización de Sarajevo y firmar un alto el fuego". El general francés dijo que hay buenas señales en el interior de Bosnia, con los frentes en situación estable, aunque no se puede decir lo mismo de Sarajevo. Morillon acaba de regresar a la capital bosnia después de una semana de ausencia. El pasado día 3, cuando abandonó la ciudad, su avión fue tiroteado y se inició una ofensiva serbia que terminó con la conquista del barrio de Otec.
