El Banco de España gastó 1,35 billones de las reservas para mantener la peseta en septiembre

El Banco de España tuvo que destinar 13.500 millones de dólares (1,35 billones de pesetas) de sus reservas exteriores de divisas para defender la moneda española durante el mes de septiembre. Ello supone que la tormenta monetaria de las últimas semanas ha obligado al banco emisor a gastar el 18,9% del de sus divisas, que quedaron a fin de mes en 59.600 millones de dólares (cerca de 6 billones de pesetas). A pesar de todo, España ocupa el segundo puesto en el ranking de reservas de la CE, tras Alemania, y el quinto del mundo detrás de Taiwan, Estados Unidos y Japón.La autoridad monetaria dará a conocer mañana la variación de reservas centrales de oro y divisas del mes de septiembre. Según ha podido saber EL PAÍS, la cifra oficial de caída del nivel de divisas durante el mes pasado es de 11.659 millones de dólares, ya que pasaron de 71.259 a 59.600. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en septiembre el Banco de España tuvo unos ingresos en divisas de casi 2.000 millones de dólares, provenientes de una emisión del Tesoro en el exterior de 1.500 millones y de las rentas generadas por las propias reservas, que se acercan a los 500 millones. Eso quiere decir que la cifra oficial que ofrezca mañana el Banco de España no corresponde exactamente al nivel de intervención, que realmente ha superado los 13.500 millones de dólares en los 30 días de la tormenta monetaria.

Sin embargo, la defensa de la peseta no se ha realizado solamente en septiembre. Ya en julio y agosto, el banco emisor tuvo que intervenir en los mercados en defensa de la moneda española a razón de unos 2.000 millones de dólares cada mes. Aunque el gasto no se reflejara exactamente en el nivel de reservas, por la alta rentabilidad de las divisas invertidas y porque en agosto se compensara con la compra de libras esterlinas para evitar que la moneda británica se saliera de la banda del Sistema Monetario Europeo.

De cualquier forma, las intervenciones masivas no se produjeron hasta la segunda decena de septiembre, cuando comenzó la presión sobre la peseta, tras el fracaso de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la CE en la localidad británica de Bath. A partir de ese momento, y por indicación del ministro Carlos Solchaga, la autoridad monetaria intervino masivamente vendiendo marcos alemanes para mantener la cotización de la peseta en tomo a las 65 pesetas por marco, donde estaba fijado su anterior cambio central. El gasto superó los 2.000 millones de dólares varios días, hasta que, al final, el Gobierno optó por devaluar la peseta el jueves 17, tras el miércoles negro en que el gasto se acercó a los 4.000 millones de dólares.

Fuentes oficiales no quisieron confirmar estas cifras, aunque indicaron que a pesar del gasto realizado para defender la peseta, el nivel de reservas de España es todavía muy alto en el contexto mundial. Alemania ocupa ahora el primer lugar del mundo, ya que ha pasado de 72.600 millones de dólares en el mes de julio a cerca de 120.000 en septiembre, gracias a la compra masiva de otras divisas (francos, libras y liras especialmente) durante los días de la crisis. Le sigue en importancia Taiwan, con más de 90.000 millones, Estados Unidos (80.000) y Japón (73.000).