Solé Tura anuncia medidas contra el dominio del cine norteamericano

El ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, anunció ayer en el Festival de Cine de San Sebastián la nueva medida legislativa que prepara Cultura para "intentar reducir el dominio que tiene el cine norteamericano sobre nuestras pantallas". También hizo público el "inminente" proyecto de reducir las licencias de doblaje que obtienen las distribuidoras multinacionales por cada película española que estrenan.Hasta el momento presente, una distribuidora consigue cuatro licencias (para sendas películas norteamericanas) de doblaje por una película española. Según la nueva legislación que prepara Cultura, "en lugar de cuatro serán dos las licencias de doblaje: la primera cuando la película española haya alcanzado los 30 millones de pesetas de recaudación en taquilla; y la segunda licencia al llegar a los 60 millones".

La nueva medida no ha sentado bien a las distribuidoras multinacionales y, según explicaban ayer fuentes del Instituto de Cinematografía (ICAA), "en cuanto se han enterado de lo que estábamos preparando, la Motion Pictures of America ha pedido tener una entrevista con el ministro. Solé Tura les ha dicho que, de momento, no".

Solé Tura reconoció la gravísima situación de la industria del cine español, así como la situación de asfixia financiera en que ha dejado a ésta la ruptura del acuerdo con TVE. "Me gustaría decir que ya tenemos una solución para las relaciones entre el cine español y la televisión, pero no es así. Todavía no la tenemos porque escapa al marco de Miministerio", afirmó. Tras explicar su negativa el ministro de Cultura manifestó también que "el cine no va a tener recortes en los presupuestos de l993".

Certificados sospechosos

El polémico certificado de nacionalidad holandés a la película norteamericana Instinto básico, también fue abordado por Solé Tura. "El coladero se ha terminado", dijo. "Hemos exigido a Holanda que acabe con ello y no vamos a admitir un solo certificado sospechoso más".Mientras tanto, circulaba entre los periodistas una carta que el director español Rafael Alcázar ha dirigido a la Embajada de Holanda en España, así como a las instituciones europeas relacionadas con el cine. Este cineasta tenía previsto estrenar su película El laberinto griego en la segunda semana de octubre, pero la distribuidora le ha comunicado que el lanzamiento del filme se aplaza "un mes o dos" a causa de que Instinto básico y Los últimos días del Edén cubren cuota de pantalla -ya que figuran como filmes holandeses, o sea, comunitarios- "en más de 40 salas de la ciudad de Madrid". "En estas salas", continúa la carta de Alcázar, "ya no se proyectará ni una sola película española ni de la CE en los próximos seis u ocho meses".