Los serbios reanudan los ataques en las proximidades del aeropuerto de Sarajevo

Las fuerzas serbias que sitian Sarajevo desde hace más de cinco meses, reavivaron ayer los ataques contra las posiciones musulmanas y croatas en las proximidades del aeropuerto de la capital de Bosnia-Herzegovina. Los soldados de la Unprofor (Fuerza de Protección de las Naciones Unidas), mientras, ultimaban los preparativos para reanudarlos vuelos de ayuda humanitaria, suspendidos tras el derribo con cohetes de un avión italiano hace tres semanas.

En el cementerio del León, situado junto al hospital de Kosevo, en Sarajevo, dos morteros hicieron explosión a 100 metros del lugar donde iban a ser enterradas 12 víctimas de la guerra. El ataque, que no causó daños personales, provocó el terror entre los asistentes, que buscaron refugio incluso en las tumbas abiertas para recibir a los cadáveres.Los morteros cayeron en la calle entre el hospital de Kosevo y el cementerio del León a las once y media de la mañana del domingo, hora en que suelen celebrarse los entierros de las víctimas que causan los ataques serbios. Un bombardeo de mortero contra el cementerio durante el entierro de dos niños muertos por un francotirador hirió en agosto a la abuela de uno de ellos y desató la irritación internacional. Los serbios que rodean la capital bosnia atacaron también ayer con morteros los suburbios de Stup y Dobrinja, y en las localidades de Hrasno y Vogosca, cercanas a Sarajevo, hubo esporádicos intercambios de disparos.

Mientras prosiguen los combates en Sarajevo y en otras ciudades bosnias, Sadako Ogata, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), declaró en Ginebra, donde se han reanudado las conversaciones de paz sobre la antigua Yugoslavia, que los vuelos humanitarios a la capital bosnia podrían reanudarse en breve, aunque admitió que los riesgos "no habían sido eliminados".

Un avión de Naciones Unidas aterrizó ayer en el aeropuerto de Sarajevo para probar las condiciones de seguridad ante una eventual reanudación de los vuelos humanitarios, suspendidos hace tres semanas. Antes del derribo de un avión de transporte italiano, cerca de 1.000 vuelos habían logrado llevar a la capital sitiada un total de 12.000 toneladas de ayuda humanitaria.

Por otra parte, la Organización de la Conferencia Islámica, dio la bienvenida ayer a la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de impedir que la nueva Yugoslavia (formada por Serbia y Montengro) ocupe el escaño de la antigua en la Asamblea General de las ONU, que celebra su 47ª sesión en Nueva York. "Esta resolución", señala la organización islámica en un comunicado, "es otra resonante manifestación del absoluto rechazo de la comunidad internacional hacia la continuada y brutal agresión serbia contra Bosnia-Herzegovina".