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Milan Panic propone la desmilitarización de Bosnia

El nuevo primer ministro yugoslavo, Milan Panic, propuso ayer la desmilitarización de la república de Bosnia-Herzegovina bajo el control de la ONU, en su discurso de investidura ante el Parlamento de Belgrado. El millonario de nacionalidad estadounidense, de 62 años, recibió el apoyo del poder legislativo con 99 votos a favor y 33 en contra, en ausencia de los partidos de oposición, que boicotearon la sesión. Sólo asistieron los ex comunistas y los ultranacionalistas.

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A Panic le gusta decir: "Tendré tantas prerrogativas como George Bush, y Milosevic [el presidente serbio] no pasará de ser una especie de gobernador de Estado norteamericano". Ayer quiso dar la impresión de que estaba decidido a ejercer realmente el poder, y presentó su programa de Gobierno centrándolo en cuatro puntos: parar la guerra, celebrar elecciones extraordinarias federales y en las dos repúblicas que configuran la nueva Yugoslavia (Serbia y Montenegro), garantizar las libertades políticas y la libertad de expresión y avanzar en la privatización de la economía.Las primeras reacciones de los diputados presentes fueron negativas. El primer jefe de Gobierno de la nueva Yugoslavia está decidido a conseguir la abolición del embargo internacional, pero, deberá contar en casa con un ambiente político adverso. Los socialistas y los ultranacionalistas son reticentes a aceptar que Yugoslavia debe reconocer a las antiguas repúblicas yugoslavas como Estados independientes y asumir su parte de culpa por la guerra en Bosnia-Herzegovina.

La sesión parlamentaria empezó con la lectura del discurso del presidente yugoslavo, el escritor Dobrica Cosic, y prosiguió con la presentación del programa de Panic. Ambos oradores expusieron un plan de desmilitarización de Bosnia-Herzegovina que incluye la puesta de la artillería pesada bajo control de las fuerzas de las Naciones Unidas y su posterior y progresiva retirada del territorio de esta república.

Cosic precisó que al abandonar Bosnia, el Ejército federal había entregado a las fuerzas irregulares serbias 24 aviones de combate, 20 helicópteros, 300 tanques, 231 piezas de artillería y otras armas para la infantería. Al mismo tiempo, añadió Cosic, la parte bosnia se apoderó del siguiente arsenal bélico perteneciente al Ejército federal: 231 tanques, 300 fusiles de varios calibres, 27 lanzamisiles y otros tipos de armas de menor calibre.

Las fuerzas paramilitares serbias, aseguró Cosic, "`están fuera de nuestro control". Panic fue categórico: "Prometo que yo personalmente haré todo para que las armas anteriormente propiedad del Ejército federal y abandonadas en Bosnia sean retiradas lo más pronto posible de esta república".

Levantamiento del embargo

Cosic y Panic aseguraron que cooperarían con las Naciones Unidas para conseguir el levantamiento del embargo internacional contra Yugoslavia. Panic manifestó que su país "no tiene pretensiones territoriales", y señaló que está dispuesto a reconocer a las otras repúblicas que formaron parte de la antigua Yugoslavia. Propuso incluso la formación de una unión económica entre ellas. Exigió la apertura de las vías de comunicación, el final del bloqueo informativo y se opuso a las llamadas limpiezas étnicas. En el capítulo económico, Panic presentó el mismo programa de liberalización económica que el último primer ministro de la antigua Yugoslavia, Ante Markovic.

El contenido del programa de Panic parecía más cercano a la filosofia de los diputados ausentes que a la de los que asistieron a su investidura. La oposición, sin embargo, no reconoce al Parlamento, y por lo tanto no ofreció candidatos para participar en el Ejecutivo. De ahí que en el Gobierno propuesto, calificado como "de expertos" y no político, no aparezcan figuras realmente nuevas en el panorama político de Belgrado. Vladislav Jovanovic, el antiguo ministro de Exteriores serbio, fue nombrado nuevo ministro de Exteriores yugoslavo. Jovanovic está íntimamente vinculado al presidente serbio, Slobodan Milosevic. Por otra parte, el nuevo mandatario asumió él mismo la cartera de Defensa, lo que le permitirá impulsar, si realmente está decidido a ello, su proyecto de desmilitarización de Bosnia.

Si bien las propuestas de Panic, quien dispuso de una semana desde su llegada de Estados Unidos para elaborar su programa y determinar la lista de su Gobierno, no significan una ruptura radical con el pasado, su propuesta de reconocer a las antiguas repúblicas yugoslavas significa un paso adelante en el pensamiento político de Belgrado. Sin embargo, ni el capítulo económico ni el político serán fáciles de poner en práctica. La estabilización económica supone "la caída del nivel de vida y el aumento del desempleo", advirtió Panic. Por otra parte, los diputados del Parlamento no demostraron ningún entusiasmo hacia las iniciativas políticas del primer ministro. "Nosotros no podemos abandonar a los serbios de Bosnia y Krajina", aseguró un diputado. Ha sido precisamente esta lógica política la que provocó la guerra.

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