La OEA fracasa ante la intransigencia de Fujimori

La misión especial de la Organización de Estados Americanos (OEA), presidida por el canciller uruguayo Héctor Gross y por el secretario general de la organización, Joao Baena, fracasó en su intento de convencer al presidente de facto peruano, Alberto Fujimori, de la necesidad de convocar unas elecciones para formar una Asamblea Constituyente. En la reunión que la comisión sostuvo con Fujimori, éste rechazó las propuestas básicas de la misión, que decidió entonces abandonar el país de inmediato y dar por concluido su trabajo.

Por la noche, mientras los diplomáticos buscaban plaza en los vuelos disponibles, Fujimori anunció, en un inesperado mensaje a la nación, una nueva ley para castigar las acciones subversivas armadas. Las nuevas penas incluyen la cadena perpetua y condenas de prisión de entre 25 y 30 años. Ayer por la mañana, más de 300 policías intentaron ocupar los pabellones donde están detenidos miembros de Sendero Luminoso en la prisión de Canto Grande, en Lima, entre disparos, nubes de gases, polvareda y explosiones.El martes por la mañana, la misión de la OEA había concretado un diseño básico de solución que consideró aceptable para las partes en conflicto. En ese esquema, FuJimori permanecería en la presidencia hasta concluir su periodo constitucional en 1995, pero una comisión de notables, presidida por el ex secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, elaboraría un proyecto de reforma constitucional.

El proyecto sería debatido luego por una Asamblea Constituyente elegida por voto popular, que promulgaría las nuevas reformas constitucionales. Finalmente, un nuevo Parlamento sería elegido dentro de ese marco legal. Y todo ello ocurriría antes del final de 1992.

Condición necesaria

En la reunión que tuvo la misión de la OEA con los partidos políticos, a media mañana del martes, éstos exigieron la salida de Fujimori como condición necesaria para el restablecimiento democrático; y sugirieron que la comisión presidida por Pérez de Cuéllar actuara como Gobierno interino, hasta elegir un nuevo Parlamento y un nuevo presidente.Pero los reparos de la oposición legal fueron agua tibia en comparación con la reacción, de Fujimori en la entrevista que sostuvo con la misión de la Organización de Estados Americanos pasado el mediodía. El presidente peruano se negó en redondo a variar un solo punto en su posición; y también rechazó los servicios que el ex secretario. general de las Naciones Unidas había ofrecido. En ese' momento', la misión de la OEA decidió partir de Perú. En declaraciones a la prensa posteriores a la entrevista con Fujimori, el canciller Gross calificó a la democracia peruana como "agónica".

En la noche del martes, un Fujimori de rostro crispado, y con más errores de los usuales en la concordancia de género y número, se dirigió al país a través de la televisión, para anunciar un endurecimiento radical en las penas contra los integrantes de las organizaciones insurreccionales.

En el nuevo decreto-ley, publicado hoy, se impone cadena perpetua a los dirigentes de alto nivel de estas organizaciones; prisión mayor de 30 años a los que participen en acciones que causen muertes o destrucción de servicios públicos; y no menor de 25 años a los militantes de rango medio, con participación en acciones armadas. Fujimori indicó que se estudiaría implantar la pena de muerte en el futuro inmediato.