"El neoliberalismo es antiintelectual"

El que fue uno de los últimos amigos y contertulios de Luis Buñuel, el filósofo y escritor Carlos Monsivais (Ciudad de México, 1938), explica, en una entrevista a EL PAÍS, que México vive un momento de "enormes dificultades económicas que influyen radicalmente en el proceso intelectual". Y advierte que la vida cultural de su país, que sitúa geográficamente en el mundo universitario, se encuentra abatida por la penuria salarial, con una disminución en la venta de libros considerable debido a su carestía, lo que los convierte en inaccesibles. "La mayoría. estudiantil vive en el grado cero de lectura, con una tendencia a la fotocopia. Sin embargo, existe un movimiento extraordinario en la proliferación de revistas y suplementos culturales, con atención social a los planteamientos intelectuales que no tienen que ver mucho con la lectura pero sí con el sitio de los intelectuales en la sociedad. Mi respuesta por tanto, es dubitativa: siento, por un lado, que el mundo en general, y América Latina en particular, está amenazado por la desconsideración del neoliberalismo, que es profundamente antiintelectual, y, por otro, pienso que hay una fermentación constante y un ánimo de publicar que motiva un crecimiento de la oferta".Para el autor de Lo fugitivo permanece, una antología sobre el cuento mexicano, 1992 es un medio obligado, aunque no sabe si apropiado, para una reflexión múltiple.

En primer lugar se debería revisar, a su juicio, la historia, y concentrar su análisis en por qué, 500 años después, existe esa inmensa miseria física y cultural entre los grupos indígenas.

Monsivais piensa que habría que abordar también esa "incomunicación cultural" que existe entre los países que conforman la región: "No se sabe nada en cada país del resto de la vida cultural de los países latinoamericanos. Para que un libro latinoamericano conozca una mínima difusión en el continente, tiene que pasar por la industria editorial española, que es, a su modo, una suerte de lingua franca de la literatura latinoamericana".

Superar el pasado

Este escritor mexicano advierte que el V Centenario, al que se niega a denominar del Descubrimiento, es el momento de superar esquemas del pasado, fruto de los planteamientos de los grupos liberales mexicanos del siglo XIX, que ignoraron deliberamente la etapa virreinal por razones ideológicas. También habría que someter a reflexión, en su opinión, el reconocimiento de lo hispánico dentro de la cultura mexicana. "En cualquier momento se escuchan frases como, cuando nos invadieron, nos conquistaron o fuimos objeto de un genocidio. Hay una afirmación de lo indígena que está más allá de las consideraciones nacidas del mestizaje. El nosotros sigue siendo un nosotros declaradamente proindígena".Para Monsivais, la situación en Cuba es ahora desesperada. "La decisión de proscribir un verdadero impulso creativo ya estaba, y supuso una desdicha, porque en Cuba hay un nivel literario alto y una vida intelectual importante. El dogmatismo, la asfixia y la cerrazon que produce toda dictadura ha eliminado muchas posibilidades y, como alternativa, se ha recrudecido la búsqueda de elementos antisociales con persecuciones muy notorias a la disidencia no sólo política, sino intelectual".

Dice Monsivais que "el caso de Cuba, que nos entusiasmó a muchos en los sesenta, debe ser un tema de reflexión, porque, considerando también lo que ha significado el criminal bloqueo norteamericano, la rigidez autocrática y el tono dictatorial han terminado por destruir la posibilidad de crecimiento intelectual, entre otras muchas cosas". Y añade que existe "un pasmo", en la izquierda partidaria mexicana para enfrentarse con valentía a este problema, porque "no ha acabado de asumir lo que sucedió con la caída del socialismo real; ve fantasmas y vive su última complicidad".

Monsivais dice que Octavio Paz, -al que considera un punto de referencia para la intelectualidad de su país es un elemento que ha vivificado la vida cultural mexicana, con puntos de vista de sorpredente exactitud y razonamientos morales que unas veces ha acabado con la intransigencia y la ceguera programática de la izquierda partidaria y otras veces, no, "si bien, a la hora de valorar el conjunto de su obra, se puede afirmar que es altamente positivo". En este sentido excluye al premio Nobel de Literatura de querellas culturales como la que se provocó en los recientes Coloquios de invierno en México, y advierte: "La idea de caudillismos culturales perjudica públicamente la perspectiva del intelectual y acaba en la conversión por la prensa de rivalidades que son naturales y legítimas en espectáculos de circo".