Francia estudia nuevas leyes sobre bioética

El Gobierno francés deberá estudiar, el próximo 25 de marzo, tres proyectos de ley referidos a cuestiones de bioética. La nueva legislación, que deberá ser aceptada por el Parlamento, parte de la no aceptación de la comercialización del cuerpo humano y sus productos, procurando establecer unas bases que garanticen la dignidad de la persona ante una posible utilización "perversa" de los progresos científico-tecnológicos.Los proyectos, presentados por los Ministerios de Justicia, Asuntos Sociales e Investigación y Tecnología, parten de una serie de principios considerados básicos: la garantía y obligatoriedad de gratuidad y anonimato necesarias en todo lo concerniente a las donaciones de óiganos y productos humanos; la inviolabilidad e indisponibilidad del cuerpo humano; y la prohibición de cualquier cambio en el patrimonio genético de las personas a no ser que haya un interés terapéutico que lo aconseje.

Los textos legales pretenden también autorizar únicamente las pruebas genéticas sin consentimiento cuando lo aconseje una investigación judicial de carácter penal, así como fijar un nuevo marco para el empleo de la informática en el dominio de la investigación y la salud.

Los tres proyectos de ley, presentados conjuntamente para demostrar la coherencia del dispositivo, quieren acabar con el alquiler de úteros -se penaliza a los intermediarios-, con el tráfico de órganos -sólo los centros debidamente autorizados podrán realizar trasplantes o servir de banco de órganos- y poner orden en el dominio de la procreación médicamente asistida (PMA), ya sea sirviéndose de las técnicas de fecundación in vitro o de la inseminación artificial.

La ley francesa pretende delimitar la utilización de dichas técnicas a los casos de esterilidad o en los que haya riesgo de transmisión al niño de una enfermedad grave o incurable.

El Ministerio de Justicia pretende acabar también con el vacío legal respecto a los problemas de paternidad que pueden surgir respecto a los hijos que han nacido mediante ténicas de procreación asistida cuando una pareja se separa. La paternidad legal lo es a todos los efectos, y los hijos no pueden ser víctimas de reglas de filiación distintas.

Toda esta propuesta de nueva legislación va acompañada de un arsenal de sanciones administrativas y penales que, en los casos considerados más graves, pueden llevar hasta los cinco años de cárcel y multas por importe de dos millones de francos (casi 40 millones de pesetas).

Algunas de las prácticas próximas a reglamentar ya son utilizadas actualmente conforme a las nuevas orientaciones legales, como es el caso de las pruebas genéticas, que han permitido recientemente identificar, entre otros dos sospechosos, al violador y asesino de una chica en la localidad francesa de Mareuilles-Meaux.