Las instituciones vascas apenas podrán intervenir en el futuro Museo Guggenheim

El proyecto para la apertura en Bilbao de] Museo Guggenhein deja un estrecho margen de maniobra para las instituciones vascas. El Gobierno vasco, la Diputación Foral de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao invertirán más de 19.000 millones en el proyecto, pero la gestión y dirección de] museo y las futuras compras de obra para crear la colección propia quedarán en manos de la fundación neoyorquina. El acuerdo establece que la Administración vasca pagará a la entidad nortemericana 20 millones de dólares (unos 2.000 millones de pesetas).

El contrato de colaboración entre la Administración vasca -el Gobierno y la Diputación de Vizcaya, ya que el Ayuntamiento de Bilbao tan sólo aporta el terreno-, y la Fundación Guggenheim para la instalación de un museo de arte moderno y contemporáneo en la capital vizcaina con el nombre de la entidad neoyorquina establece que todos los costes correrán a cargo de las instituciones vascas. Desde la contratación del arquitecto encargado de diseñar el edificio, el norteamericano Frank Gehry, hasta los gastos realizados por la fundación para la preparación del acuerdo y el déficit de explotación que registrará anualmente el museo serán sufragados por la Administración.El proyectado Museo Guggenheim, de Bilbao ocupará un solar colindante con la ría, situado en el centro de la ciudad, y su apertura al público está prevista en el primer trimestre de 1996. En conjunto el nuevo centro dispondrá de unos 33.000 metros cuadrados de superfice, de los que cerca de 22.000 serán destinados a espacio de exposiciones y el resto a servicios auxiliares.

Compleja estructua

El desarrollo del museo y su gestión una vez abierto al público contará con una compleja estructura legal. Una sociedad inmobiliaria integrada por las tres instituciones públicas involucradas se encargará de llevar a cabo la construcción del edificio, que será alquilado por una renta simbólica a la fundación del museo, integrada a su vez por el Gobierno vasco, la Diputación y la Fundación Guggenheim. Una vez construido, la Administración vasca "financiará todas las necesidades de capital y todos los gastos de gestión del museo, incluyendo el. mantenimiento y la conservación de la sede fisica." según incluye el contrato firmado el pasado mes de diciembre.

Durante el periodo de desarrollo la Fundación Guggerimheim. tendrá capacidad de supervisar y dirigir hasta el más mínimo detalle de la construcción del proyecto, y, asimismo, se reserva la capacidad de aprobar la contratación de personal. Posteriormente, se encargará de supervisar las adquisiciones, financiado por la Administración, y estará al frente de la Administración y dirección del museo.

La colección esencial que ofrecerá el museo bilbaino estará integrada por los fondos de arte del siglo XX propiedad de la Fundación Guggenheim, que serán prestadas de forma rotatoria y a largo plazo.

La entidad norteamericana, que en sus sedes de Nueva York y Venecia tiene capacidad para exhibir al público tan sólo el 3% de su colección, acepta en el contrato que "todas las obras estarán disponibles para su exposición en Bilbao", a excepción de las sujetas a restricciones legales o aquellas que presenten problemas de traslado. por su fragilidad.

La colección esencial se completará con galerías monográficas dedicadas a. mostrar en profundidad el trabajo de artistas contemporáneos y con exposiciones itinerantes. Para garantizar la calidad la Fundación Guggenheim se compromete a mantener en Bilbao un nivel artístico similar al de su sede de Nueva York y garantiza que las obras que proporcione tendrán un valor de mercado cinco veces superior al de las obras adquiridas por la Administración vasca, que destinará a la compra de piezas 5.000 millones de pesetas. "El Museo Guggenheim es el primer interesado en mantener su reputación", afirma el director de, la Fundación Thomas Krens. "Si hiciésemos en Bilbao un museo de segunda categoría dañaría a nuestra capacidad de operar internacionalmente".