Política y africana
Nadine Gordimer es la sexta mujer galardonada con el Premio Nobel de Literatura. Es, además, la primera africana, si bien ayer en algunos círculos estadounidenses causó sorpresa comprobar que no era negra.Su vida política está marcada por el destino de los negros surafricanos y de los militantes del Congreso Nacional Africano. Su literatura se basa en las vivencias de los blancos surafricanos y en el peso que la Historia ejerce sobre ellos. Es una literatura comprometida, pero no parcial: una literatura que, oblicuamente, dice lo que tiene que decir sobre el país. Por tanto, el ganador del Nobel más comparable a la figura de Gordimer sería el nigeriano Wole Soyinka: no en balde es otro africano, atento a los sufrimientos de su gente.
Su condición de mujer es importante para la historia de los Nobel. Probablemente va a ser más leída que casi todas sus antecesoras, con la excepción de Pearl S. Buck.
La sueca Selma Lagerlöf (1858-1940) fue la primera Nobel, en 1909. Autora de La saga de Gösta Berling, Jerusalén en Dalecarlia y Jerusalén en Galilea, fue contemporánea de las primeras doctoradas en medicina y en leyes de su país. Pacifista, fue reivindicada en los años setenta por Marguerite Yourcenar.
La italiana Grazla Deledda (1871-1936) ganó el Nobel en 1926. Sarda, de familia pobre, escribió entre otras obras El camino del mal, Los juegos de la vida y Dios de vivos. Tuvo una etapa rosa y otra más existencial.
Este y Oeste
La estadounidense Pearl S. Buck (1892-1973), premio Nobel 1938, emigró a China en la niñez y, tras unos años en América, regresó a unos paisajes que influyeron en cuanto escribió. Viento del Este, viento del Oeste y La buena tierra son sus obras más significativas, popularizadas por el cine. Su labor de puente entre Oriente y Occidente pesa más en la postendad que sus calidades literarias.La chilena Gabriela Mistral (1889-1957), maestra, diplomática, poéticamente es hija de Rubén Darío y de los modernistas. De vida íntima desdichada y sentimientos cristianos, premio Nobel en 1945, escribió Desolación y Tara, y ensayos como Vida de San Francisco de Asís.
La alemana Nelly Sachs (1891-1970) recibió el Nobel en 1966, compartido con el israelí Joseph Agnon. El vendaval del nazismo la precipitó en la lectura de obras judías, y su antecesora en el Nobel Selma Lagerlöf la ayudó a exilarse en Estocolmo, donde permanecería hasta su fallecimiento. Entre sus obras, Eli: una pieza misteriosa sobre los sufrimiento de Israel.
A la sexta mujer que ha conseguido un Nobel de literatura le espera una recepción inusualmente cálida cuando acuda a Estocolmo en diciembre para recibir el premio. El pueblo sueco, Olof Palme y su partido apoyaron siempre consecuentemente la causa del pueblo de Suráfrica, y muchos líderes del Congreso Nacional Africano tuvieron en este país refugio y afecto.
El líder de este movimiento, Nelson Mandela, dijo ayer, a través de un comunicado, que el galardón a la escritora es un homenaje a todos los surafricanos comprometidos con las causas "de la verdad, de la dignidad humana y de la libertad".
Babelia
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