Delors amenaza con reconocer a Eslovenia y Croacia si no hay paz en Yugoslavia
FÉLIX MONTEIRA, ENVIADO ESPECIALEl reconocimiento de Eslovenia y Croacia como "amenaza para incitar a la reflexión a los serbios" fue esgrimido ayer en Estrasburgo por el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, ante el Pleno del Parlamento Europeo. La Unión Soviética, según Delors, necesita el envío urgente de más de 200.000 millones de pesetas en alimentos y medicinas para ayudarles a pasar el invierno. Sin esa ayuda, a la que deben contribuir Estados Unidos, Japón y Canadá, el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, "puede llegar a ser en su país tan impopular como Gorbachov".
A pesar de la amenaza del reconocimiento y de las sanciones económicas "como un arma para negociar", Delors insistió ante los eurodiputados en la prioridad de "la guerra contra reloj hacia la paz, porque a pesar de la Conferencia de La Haya siguen los combates". Para el representante de la presidencia holandesa, de la CE, el secretario de Estado Piet Dankert, "el reconocimiento de las repúblicas no significaría la paz, sino que la haría aún más difícil". Dankert criticó incluso a los Gobiernos -en referencia a Alemania- que "han querido actuar por su cuenta.Nueva cita en La Haya
El mensaje conjunto lanzado al Parlamento es que hay que esperar a las posibles soluciones de la Conferencia de La Haya, cuya sesión plenaria se reanuda hoy. El único paso adelante es que la minoría serbia de Croacia y los albaneses de Kosovo estarán representados en La Haya. La consigna de prudencia consiguió frenar las peticiones de numerosos grupos políticos para hacer prosperar una resolución a favor de la independencia de Eslovenia y Croacia, así como el envío de una fuerza de intermediación. Delors reclamó sensatez a la Cámara y recordó que es necesario hacer "la cuadratura del círculo de todos los principios del Acta de Helsinki".
Los grupos democristiano y socialista negociaron una propuesta de compromiso que fue votada mayoritariamente al final de la sesión. El eurodiputado catalán Carles Gasoliba anunció que el grupo liberal no podría votarlo privado del reconocimiento de las repúblicas. Esta posición provocó discrepancias entre los liberales.
Abel Matutes, comisario responsable de las relaciones con Yugoslavia, planteó la posible suspensión del acuerdo de cooperación y de las ventajas comerciales como mejor instrumento en caso de fracaso de las negociaciones para obligar a las repúblicas a un acuerdo.
Al menos, "es necesario que las repúblicas sigan manteniendo un espacio económico común", dijo Matutes. La mitad del comercio yugoslavo depende de la CE y harán falta "más de 600.000 millones de pesetas sólo para el saneamiento de una economía en situación catastrófica".
El debate sobre la URSS provocó la unanimidad de los grupos parlamentarios en cuanto a la necesidad de las ayudas. Según Piet Dankert, Ia CE deberá mantener relaciones con todas las repúblicas sin llegar al reconocimiento de su soberanía, porque la independencia de los Estados bálticos no debe constituir un precedente.
La falta de interlocutores en la URSS es tan evidente, según Delors, que "de los nueve representantes soviéticos que firmaron los anteriores acuerdos de ayuda con la CE, tan sólo uno ha salido indemne del golpe de Estado". La Comunidad Europea ha concedido a la Unión Soviética casi 100.000 millones de pesetas en ayuda y créditos alimentarios y otros 53.000 millones en asistencia técnica. Pero el caos es tan grande que este año sólo se recogerá el 40% de la cosecha y más de un 70% del petróleo y el gas extraídos se pierde en el transporte.
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