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La suspensión del bloqueo, una audaz oferta árabe

ENVIADO ESPECIAL A la lata roja de Coca-Cola, que ya ha invadido la estantería de los mercados árabes, podrían sumarse millares de productos prohibidos desde hace más de cuatro décadas si la audaz oferta árabe de suspender el bloqueo económico impuesto contra Israel se materializa. Analistas árabes y occidentales ven en la propuesta árabe la primera posibilidad real de eliminar una de las armas más antiguas y poderosas del arsenal árabe.

El rechazo israelí a la idea de vincular el fin del boicoteo árabe con la suspensión del establecimiento de colonias judías en los territorios ocupados se ha interpuesto como una muralla al plan propuesto por Egipto la semana pasada. Pero lo que asombra a varios observadores es la decisión y celeridad con que otros países árabes han apoyado la iniciativa de Hosni Mubarak.

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La Oficina del Boicoteo Árabe (OBA) funciona en el primer piso de un modesto edificio adyacente al Ministerio de Relaciones Exteriores en Damasco. Su director, Zuheir Aqil, es un jovial cincuentón que solía pilotar los Spitfire de la Fuerza Aérea siria. Mientras la Liga Árabe siga empeñada en estrangular la economía israelí, AqiI seguirá encargándose de derribar los proyectos de toda firma vinculada con Israel que esté interesada en penetrar en el lucrativo mercado árabe.

La 'lista negra'

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La lista negra que Aqil actualiza, modifica y guarda en su despacho es una compilación de compañías y empresas de todo el mundo para las que la paz en Oriente Próximo significaría una encarnizada guerra por el mercado árabe; el botín, una vertiginosa multiplicación de dividendos.

Desde su establecimiento, en 1950, la OBA tiene como objetivo obstaculizar el desarrollo económico y militar del Estado judío, algo que Israel y sus aliados definen como una violación del derecho internacional. En teoría al menos, toda compañía que haga negocios con Israel está condenada a la lista negra, y a olvidarse de cualquier plan de vender a los árabes.

Estados Unidos ha tratado de persuadir a los árabes a abandonar el boicoteo alegando que no es justo penalizar a terceros. En medios financieros existe moderada esperanza de que la campaña norteamericana que concluyó con la liberación de Kuwait sea recompensada con flexibilidad para compañías estadounidenses. En mayo. la OBA levantó el embargo contra la Coca-Cola, pero añadió 110 compañías que, según dijo, negocian o ayudan a Israel. En la mayoría de ellas tiene intereses el británico Robert Maxwell, dirigente de la Cámara de Comercio europeo-israelí.

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