La 'gran prueba' de la selectividad vuelve a recibir duras críticas de profesores y alumnos
La prueba de acceso a la Universidad congregó ayer en Madrid a 40.000 alumnos, de los 200.000 que la convocatoria de junio ha reunido en toda España. Como en años anteriores, las opiniones que circularon ayer entre miembros de los tribunales y entre los propios alumnos eran de crítica hacia lo que muchos llaman la gran prueba. Mientras los estudiantes afirman mayoritariamente que la selectividad es inútil, los organizadores, como Adolfo Arias, vicerrector de alumnos de la Universidad Complutense, señalan: "Una prueba es necesaria, pero habría que discutir si ésta es la más idónea".
Los nervios y el miedo a lo des conocido precipitaron la llegada una hora antes de los alumnos, en un día que coincidió con el inicio de las vacaciones y las caravanas estivales de salida de la ciudad. "Mi padre estaba tan nervioso que me ha empezado a soltar dinero: para desayunar para comer, para transportes y por si acaso...", comenta Carlos Martí, aspirante a ingeniero industrial.El alumno Martí, al igual que muchos de sus compañeros de fatigas, opina que "la selectividad es una mierda, no sirve para, nada". "Mi expediente lo conseguí en el instituto", añade Vanesa; "no sé por qué razón tengo que venir a hacer méritos; todo tenemos que tener derecho a ir a la Universidad".
"No todo el mundo está capa citado para entrar en la Universidad", dice el vicerrector Adolfo Arias. "El chico no pasa en toda su vida escolar por una prueba externa, y ésta es necesaria. Ahora bien, la selectividad por sí sola no es válida; sería más ajustado un tipo de examen conjunto de carácter nacional".
De los 40.000 alumnos que se presentaron ayer por las cuatro universidades de Madrid, 23.000 pertenecen a la Complutense; 10.000, a la Autónoma, y el resto, a las de Alcalá y Politécnica
Lengua y filosofía fueron los ejercicios matutinos. Por la tarde se efectuaron los de análisis de texto y lengua extranjera. El segundo día, hoy, se celebrarán lo exámenes obligatorios correspondientes a las opciones de ciencias o de humanidades, hasta llegar a los ocho ejercicios de la prueba. Serán 1.200 profesores los que corrijan un total de 320.000 exámenes en Madrid.
A medida que han pasado lo años desde que se instituyera la prueba de acceso, en el curso 1974-1975, se ha ido perfeccionando el tipo de ejercicios, pero también "las notas son cada vez más altas", comenta Juan Burgos, uno de los presidentes de tribunal de la Universidad Politécnica. "No se sabe por qué mecanismo inconsciente, todos hemos ido subiendo las notas. Seguramente porque nos damos cuenta de que no existe una posibilidad de valoración igualitaria".
En efecto, Juan Burgos, catedrático de Matemáticas de la Es cuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos, habla de las imperfecciones del sistema de evaluación, que, en principio, no tienen remedio. Si bien existe una voluntad y un esfuerzo por unificar criterios, "es imposible, sin embargo, anular algunas subjetividades. En los tribunales hay profesores de instituto de bachillerato y de universidad, y, por la propia experiencia de puntuación, no pueden coincidir. Partiendo de lo que están acostumbrados a ver, a los profesores de universidad, el contenido y el nivel de los ejercicios siempre les sabrá a poco, mientras que los de instituto encontrarán una media que corresponde más a lo que han visto durante el curso".
Trampas mortales
Además de que "los presidentes y los secretarios de los tribunales podrían hacer mangas y capirotes si se lo propusieran", como afirma Juan Burgos, existen casos como los denunciados en León. Los ejercicios de selectividad de esta provincia, informa Marifé Moreno, celebrados los pasados días 17 y 18, que afectaban a 2.000 alumnos, contaron con errores en los planteamientos de problemas de matemáticas y dibujo que impidieron que los alumnos resolvieran correctamente dos preguntas de ambas materias.
Numerosos padres y alumnos han denunciado verbalmente el caso ante las direcciones de los institutos, mientras el vicerrector de Ordenación Académica, José Vaquera, minimiza el tema: "tan sólo en algún caso especial" ha podido influir en la nota. Entre un 15% y un 20% de los alumnos ha suspendido las pruebas, afirmaron fuentes de la universidad.
Uno de los problemas de matemáticas "estaba mal planteado, era irresoluble", según fuentes del profesorado. En dibujo, una de las pruebas pedía al alumno trazar una línea tangente que, de acuerdo con los datos, "era desde todo punto imposible".
En los pasillos de la universidad se denunciaba que la prueba del comentario de texto, común a todos los alumnos, se había realizado con anterioridad en el centro privado Intercou de la capital, según las mismas fuentes.
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