Un supermercado vasco distribuye bolsas de plástico que se degradan con el sol

La cooperativa de artículos de consumo Eroski ha sustituido las tradicionales bolsas de plástico de la compra por unas menos contaminantes que se degradan con el sol. Se calcula que 100 millones de bolsas serán entregadas durante 1991 en los puntos de venta.

Con este cambio, fruto de una investigación de más de seis meses en la que han participado varias organizaciones ecologistas y centros de producción y reciclado de plásticos, Eroski pretende reducir el impacto visual y contaminante de las tradicionales bolsas, prácticamente eternas. Esta iniciativa sigue a la de la cadena El Corte Inglés, que el año pasado empezó a entregar bolsas similares.El nuevo producto de Eroski está compuesto por polietileno de alta densidad, bióxido de titanio, poletileno colorante y un acelerante de degradación que permite la destrucción total de la bolsa entres meses en contacto con el sol. El acelerante inicia la fotodegradación al absorber la luz solar; las cadenas de polímeros se hacen cada vez más pequeñas, con lo que el plástico se hace cada vez más frágil y se disgrega.

La decisión de sustituir la bolsa fue adoptada tras un amplio debate de los consumidores a través de sus organizaciones. Un caso similar llevó a esta cooperativa a no vender más aerosoles propulsados por el gas clorofluorocarbono (CFC). Las nuevas bolsas, en versiones de 11 y 14 litros de capacidad, pueden soportar un peso de 10 a 12 kilogramos.

Según los profesores de la Facultad de Química de San Sebastián Juan José Uriain y María José Fernández, "estas bolsas pierden sus propiedades al degradarse, de forma que los organismos vivos pueden digerirlas mejor". Los dos coinciden en que debe ser el paso previo a que el material sea verdaderamente biodegradable, aspecto éste que todavía no está comprobado en materiales fotodegradables (degradables por la luz solar).

Las bolsas fotodegradables fueron empezadas a distribuir por los grandes almacenes El Corte Inglés, en julio del 1990.

Los datos disponibles indican que la tercera parte de las bolsas de plástico en Europa Occidental será biodegradable en 1992, una corriente a la que España se está incorporando con retraso.