Los socialistas eluden el debate sobre la concepción y la política de compras del Reina Sofía

El diputado socialista Salvador Clotas eludió el debate, auspiciado por el representante popular, Miguel Ángel Cortés, sobre la concepción y la política de compras del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (CARS). Cortés propuso, durante la discusión del proyecto de ley de presupuestos para 1991, que ayer finalizó en el Congreso, un drástica reducción de la partida de compras del CARS, propuesta sobre la que el representante socialista se limitó a contestar que no estaba de acuerdo. El proyecto de presupuesto del Ministerio de Cultura para 1991, que se eleva a 54.000 millones de pesetas (9.000 más que este año), fue calificado de "insuficiente" por todos los grupos de la oposición.

El debate sobre el presupuesto del Ministerio de Cultura se desarrolló, a última hora de la tarde del pasado jueves, con un hemiciclo prácticamente vacío y en presencia del ministro Jorge Semprún, que no intervino.Fue el diputado y secretario de Cultura del PSOE, Salvador Clotas, el que respondió a las críticas de la oposición: "El presupuesto no es insuficiente; no voy a decir que colme nuestras aspiraciones, pero sí tiene los créditos suficientes [partidas presupuestarias] para llevar a cabo los objetivos que se propone; objetivos que están en relación a la política que ha hecho el Gobierno y que se encuentra en fase de consolidación".

"Buque insignia"

Clotas respondió, con distinto grado de precisión, a muchas de las críticas de la oposición, pero no entró a debatir, como propuso el PP, la concepción y la política de compras del CARS.

"Da la impresión", señaló el portavoz popular, "que se pretende convertir el Reina Sofía en el buque insignia de esta legislatura". "Si el diseño general del museo es una incógnita", agregó, "no parecen mucho más claros los criterios de su política de adquisiciones". El CARS, señaló Cortés, "no puede ser un museo de tesis, sino un museo histórico. Debe mostrar lo que ha sido el arte plástico en España en el último siglo, o acaso en los dos últimos, independientemente de que esta historia sea o no del gusto de los responsables del museo".

El representante popular calificó el CARS como "un carísimo capricho" que ha costado, "sólo en obras de infraestructura, 8.000 millones de pesetas, muchos de los cuales podrían haberse ahorrado", aseguró, "sí se hubiera tenido claro, desde el primer momento, lo que se pretendía, algo que todavía no se sabe".

Cortés solicitó, por este motivo, que la partida para adquisiciones del Centro de Arte Reina Sofía, presupuestada en 584 millones, fuera reducida a 100 millones, "cantidad que consideramos suficiente", dijo, "para la adquisición de aquellas obras que, siendo de calidad, son asequibles, de momento, en el mercado del arte". Cortés señaló que las colecciones debían acrecentarse por otras vías, como "el desarrollo de una política fiscal inteligente, sobre todo por la vía de las sucesiones", y con una, adecuada ley del mecenazgo.

El portavoz socialista eludió el debate y dijo simplemente que no compartía las opiniones del PP, "lo mismo", subrayó, "que los miles de personas que visitan el museo". Clotas reiteró el compromiso del Gobierno de remitir a las Cortes un proyecto de ley de mecenazgo, pero no contestó a las críticas del representante popular que, referidas también al Reina Sofía, tenían, sin embargo, un mayor calado político al cuestionar que este centro fuera "el único museo nacional de arte moderno". Cortes recordó, en este sentido, que, "en la segunda República, el Museo Nacional de Escultura se estableció en Valladolid porque allí estaba la mejor representación de escultura de nuestra mejor época". "¿Es que Barcelona", se preguntó a continuación, "no tomó la delantera a Madrid a finales del XIX y durante buena parte del XX en las artes plásticas y parece que sólo puede haber un museo de arte contemporáneo en Madrid?" "El Ministerio de Cultura", concluyó Cortés, "se está convirtiendo en el ministerio de Madrid, casi podría decirse que en el ministerio del eje de la Castellana".

Lo demás portavoces de la oposición tampoco lograron animar el debate. El de CiU, Josep López de Lerma, cuestionó, como cada año, la existencia del ministerio, aunque en su actual titular, Jorge Semprún, "hemos encontrado", dijo, "una actitud abierta, tolerante, comprensiva, defensora de la pluralidad" cultural y lingüística de España.

Instrumento de cohesión

Rafael Arias Salgado, del CDS, dijo que el presupuesto "no trasluce la concepción de lo que debe ser un ministerio de cultura en una sociedad democrática". El centrista señaló que su grupo concibe el Ministerio de Cultura como "un instrumento de formación, de mejora de la calidad de vida, de enriquecimiento del patrimonio cultural y de cohesión de un Estado pluricultural y lingüístico". "Usted", contestó Clotas, ha descrito un ministerio ideal; compartirnos la mayoría de sus criterios, a los que, por otra parte, responde el ministerio actual".

Clotas dedicó también una breve respuesta al comunista Baltasar Garzón: "Dice que es un presupuesto continuista. Claro, lo presenta el mismo Gobierno y el mismo ministro y habrá continuismo, aunque comprendo que a usted no le guste".