'Muerte entre las flores' y 'Ll 'Las cartas de Alou', favoritas para la Concha de Oro
La película norteamericana de los hermanos Joel y Ethan Cohen, Muerte entre las flores, es casi unánimemente considerada, junto a la española Las cartas de Alou, como la más firme candidata a la Concha de Oro, máximo galardón que concede este festival. No obstante, en las listas de premios de este tipo de concursos salta con frecuencia la sorpresa y no se excluye que, como ocurrió en ediciones anteriores, ésta vuelva a aparecer en la sesión de clausura de San Sebastián 90, que tendrá lugar esta noche en el escenario del teatro Victoria Eugenia.Para dar nombre a esa posible sorpresa suenan insistentemente los títulos del filme austriaco Nunca en la vida, del soviético Las patillas y de algún otro más, como el italiano La semana de la esfinge, el también austríaco Oh, Boris, el alemán Buscando un motivo y el mexicano Rojo atardecer, que podrían convertir a la anunciada sorpresa en un auténtico susto.
La baja calidad media de la selección oficial (en rigor, y exceptuadas las dos películas favoritas, no hay en ella ni una sola obra que no sea, como poco, incompleta o defectuosa) se presta a la proliferación de este tipo de especulaciones, ya que no es un solo premio el que está en juego, sino media docena de ellos, alguno de los cuales irá por fuerza a parar a un filme mediocre o sólo bueno a ratos, como les ocurre a los antes citados Nunca en la vida y Las patillas, obras bienintencionadas y estimables, pero que incurren la primera en carencias y arritmias evidentes y la segunda en garrafales errores de bulto y en efectismos anticuados y baratos.
Curiosidad
De ahí que, en los ambientes de la prensa especializada acreditados en San Sebastián, se espere la lista de premios con indisimulable curiosidad, pues el disparate siempre es noticia en estos terrenos y algunos de los fallos presumiblemente pueden ser realmente divertidos, pintorescos y por ello noticiosos, como ya ocurrió hace dos años cuando la Concha de Oro fue concedida -por efecto de una carambola y a causa de las discusiones internas del jurado- al filme Boda en Palestina, obra más de aficionados que de profesionales del cine.
Las dos últimas películas de la selección oficial, proyectadas ayer, fueron la polaca Una historia amoral -aparatoso y aburrido retrato de una actriz- y la yugoslava Tiempo de milagros, que no han logrado elevar esa antes referida baja calidad del concurso, aunque la segunda (cuyo argumento tiene claros antecedentes en el viejo filme de Jules Dassin Cristo de nuevo crucificado) es una obra lo bastante bien realizada y lo suficientemente hábil para encubrir su superficialidad y dar el pego a algún jurado de esos que se dejan engañar, bien por candor, bien por interés o bien por simple falta de criterios, especímenes que suelen darse con alguna frecuencia en las composiciones de los jurados de estas competiciones, cada día más desinteresadas ante las cuestiones permanentes del lenguaje cinematográfico.
Babelia
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