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El sida acapara los fondos del cáncer, según científicos españoles en EE UU

Los fondos destinados por el Gobierno norteamericano a la investigación sobre el sida igualan prácticamente a los del cáncer, a pesar de que los fallecimientos a causa del síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida representan la décima parte de los decesos que se producen por tumores malignos, afirmó ayer Mariano Barbacid.

Barbacid participó, junto con otros biólogos españoles establecidos en Estados Unidos y Ernest Lluch, ex ministro de Sanidad y rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en una mesa redonda dentro del seminario sobre biología molecular del cáncer, que se celebra esta semana en Santander.El resto de los investigadores presentes secundaron la opinión de Barbacid y se mostraron pesimistas con respecto a las consecuencias que esta situación puede tener, a largo plazo, en la lucha contra el cáncer. Según Eugenio Santos, del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas en Bethesda (Maryland), "cada año mueren en Estados Unidos dos millones de personas por enfermedades cardiovasculares, 200.000 por cáncer y unas 20.000 a causa del sida. El dinero empleado en el sida ha repercutido negativamente en otros capítulos y, obviamente, empiezan a oírse críticas en el sentido de que hay cierta desproporción".

Para Barbacid, que tras 15 años en el Instituto Nacional del Cáncer se ha pasado a la compañía privada Squibb Institute for Medical Research, en Prínceton (Nueva Jersey), esta situación se debe a la "acción del lobby, de la opinión pública, sobre el Gobierno, y hay que aprender de los errores cometidos". Vicente Notario, de la Universidad de Georgetown, en Washington, señaló, por su parte, que "muchos investigadores han abandonado su trabajo sobre el cáncer y se han pasado al sida porque en ese lado está el dinero. Esto no sólo ha ocasionado un trasiego de personalidades, sino de pérdida de ideas y dinero en proyectos inacabados".

Carácter de epidemia

Para el chileno Rodrigo Bravo, que trabaja en la misma compañía que Barbacid, esta concentración de investigadores sobre el sida se ha producido también en los laboratorios privados, atraídos por "la enorme cantidad de dinero que está dando ese área. Al sida se le ha otorgado carácter de epidemia, y esto ha creado el pánico en la población. Por eso existe esta gran presión de la sociedad sobre el Gobierno", dice Bravo. Ángel Pellicer, de la Universidad de Nueva York, y Dionisio Martín Zanca, del Instituto Nacional del Cáncer de Maryland, coincidieron con Barbacid al negar que los laboratorios farmacéuticos hayan influido en el desequilibrio financiero a favor del sida, ya que en su opinión el lobby de las multinacionales farmacéuticas no tiene una incidencia significativa sobre las áreas de investigación que financian los institutos nacionales de la salud (NIH).En la mesa redonda, coordinada por Julio R. Villanueva, director del curso, se abordaron también las enormes diferencias culturales con que se desarrolla en España y EE UU la lucha contra el tabaco. Barbacid afirmó que en los 16 años que ha vivido en Estados Unidos ha presenciado cómo cambiaba la valoración social del tabaco. "Fumar se ha convertido en algo que se hace en privado, porque los norteamericanos tienen la consciencia de que si fuman en público se invaden los derechos de los no fumadores. Esa consciencia, desgraciadamente, aún no existe en nuestro país". Según Pellicer el éxito de las campañas contra el tabaco en EE UU se debe a que se han producido respondiendo a una demanda de la sociedad.

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