Los fondos históricos de la biblioteca pública de Toledo se instalarán en el Alcázar

Los fondos históricos de la biblioteca pública de Toledo serán depositados próximamente en el Alcázar de Toledo, según un acuerdo cuya firma se ha anunciado para hoy entre el ministro de Defensa, Narcís Serra, y el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José Bono. Se avanza así en el proceso iniciado en septiembre de 1986 con la transferencia para usos culturales que Serra hizo de una parte de este edificio emblemático del franquismo, foco de resistencia en 1936 de los alzados contra la República. De todas formas, no se desmantelará la zona dedicada a museo, sino que se trata de potenciar el edificio "como centro cultural histórico militar", indicaron en Defensa.

El proyecto de utilización del Alcázar de Toledo para fines culturales levantó en 1986 una polémica en círculos conservadores, que calificaron de confuso el plan de convertir en biblioteca el "histórico baluarte". Artistas toledanos integrados en la asociación cultural Tolmo apoyaron entonces este proyecto cultural. Tras la última reconstrucción del edificio, en los años sesenta, el edificio pasó a albergar, entre otras dependencias, el que fue denominado Museo del Asedio.En el proyecto de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se precisa que los fondos bibliográficos se instalarán en la primera planta del edificio, y que se componen de la biblioteca denominada Borbón-Lorenzana, la específica referida a la ciudad de Toledo y los de una tercera conocida como Donación Javier Malagón, historiador fallecido recientemente.

Según la Comunidad de Castilla-La Mancha, "con esta incorporación el Alcázar de Toledo unirá al interés museológico de una parte del edificio un rico patrimonio documental que realzará el conjunto y lo vinculará de modo más firme con la tradición de su propia historia, que lo ha llevado a ser sede de la principal corte europea en el siglo XVI, Real Casa de la Caridad o Academia de Infantería".

Armas blancas

Un portavoz del Ministerio de Defensa precisó que lo que hoy se firma es un "acuerdo que más adelante será convenio", y señaló que la apertura de la biblioteca no significará la desaparición de la zona museística; antes bien, dijo, se ampliará el que recoge la historia del alcázar y se creará un museo del arma blanca: "Se trata de potenciar el edificio como centro cultural histórico militar", dijo. El actual museo está ampliamente dedicado a recordar la resistencia en el edificio del general Moscardó y otros soldados sublevados contra la República. El asedio redujo a escombros el edificio por cuarta vez en poco más de dos siglos.La biblioteca pública de Toledo es una de las más importantes de España por su fondo antiguo, que, centrado en la colección Borbón-Lorenzana, incluye alrededor de mil manuscritos de los siglos XV al XIX, 411 incunables y 100.000 libros impresos entre los siglos XV al XIX. La sección toledana cuenta con 10.000 volúmenes y con 20.000 el legado Malagón. El fondo moderno tiene más 200.000.

El Alcázar acoge en la actualidad el museo, oficinas del Gobierno Militar y diversas salas museísticas del Ejército. Con la creación de la biblioteca, y según un proyecto ya elaborado, se contaría en el edificio con salas de lectura con capacidad suficiente para la demanda de la población de Toledo; depósitos para los libros; oficinas y salas de trabajo; una sala de conferencias; un servicio de microfilm, y un servicio de restauración de libros antiguos.

Encuadernaciones

Otros de los propósitos que contempla el proyecto es el de exponer de forma permantente mobiliario, encuadernaciones y mapas, grabados y pinturas conservadas en la biblioteca. La actual sala de lectura es del siglo XVIII, y se conservan las estanterías originales encargadas por Lorenzana. También existe un salón del siglo XIX, recién restaurado, con estanterías de la época.Actualmente, la biblioteca pública de Toledo dispone de 48 plazas para una población de alrededor de 60.000 habitantes. La consejeria de Cultura de la Junta de Comunidades se ha referido a la insuficiencia de estas instalaciones y a la necesidad apremiante de unas nuevas, que, por su amplitud, se pueden encontrar en el Alcázar, edificio que cuenta con "unas características idóneas siguiendo las recomendaciones de la UNESCO".