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Nuevos temblores en Irán y pánico en la población

Dos nuevos temblores de tierra, que alcanzaron más de cuatro grados en la escala de Richter, se registraron ayer en el noroeste de Irán y aterrorizaron a los supervivientes y equipos de rescate de las ciudades devastadas el pasado jueves por un terremoto que ocasionó más de 40.000 muertos, según los últimos datos facilitados por la radio iraní. El Ministerio de Defensa y la Cruz Roja Española, al igual que otros Gobiernos y organismos internacionales, tenían previsto ayer fletar dos aviones con suministros de urgencia para los damnificados. Un portavoz del Ministerio de Exteriores agradeció la ayuda internacional y dijo, en vista de la devastación causada: "Necesitaremos aún más".

Los nuevos corrimientos de tierra, con una duración máxima de dos minutos, afectaron a la provincia de Gilán y fundamentalmente la localidad de Rudbar, convertida en un montón de escombros por el terremoto anterior, -7,3 en la escala Richter-, y donde las esperanzas de encontrar vivas a las personas sepultadas son mímas.Según fuentes oficiales iraníes, el número de personas que han perdido sus hogares y viviendas asciende a medio millón y los heridos sobrepasan los 100.000. Aquellos que todavía tienen un techo donde alojarse temen, sin embargo, que los temblores que se suceden provoquen nuevos derrumbamientos. El pres*dente Alí Akbar Hashemí RafIsanyani, tras sobrevolar las regiones arrasadas, declaró por televisión que 11 es como sí un pequeño país hubiese sido destruido completamente y hubiera que rehacerlo".

Países enemigos como Arabia Saudí, Israel e Irak, han ofrecido material de ayuda. El líder soviético, Mijaíl Gorbachov,. por su parte, envió un telegrama de condolencia a su homólogo iraní. La URSS comenzó ayer a enviar ayuda a Irán, lo mismo que Estados Unidos y el Reino Unido, entre otros países. Un portavoz de la Oficina de Información diplomática de España dijo que Irán "no ha puesto reservas de ninguna clase" a la presencia de personal sanitario español que partió ayer en un avión del Ejército hacia la capital iraní.

Medicinas, tiendas de campaña, mantas, comida y, principalmente, grúas de desescombro constituyen los elementos de más urgencia para atajar los efectos del violento seísmo, sin que, por el momento, se necesiten más unidades de plasma sanguíneo, profusamente donado por los propios iraníes. El terremoto afectó la provincia de Gilán, y la esquina sur del mar Caspio, así como a la fértil región de Zanjan.

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