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LA REFORMA SOVIÉTICA

La población soviética, presa del pánico ante la subida de precios

, Los diputados criticaban ayer en el Parlamento el programa económico del Gobierno soviético, y algunos exigían su renuncia, mientras fuera de los muros del Kremlin, los moscovitas, presa del pánico, compraban todo lo que podían. Las autoridades de Moscú han restringido la venta de alimentos a partir de mañana domingo. Las tiendas de la capital sólo los venderán a aquellos que presenten permiso oficial de residencia en Moscú. En las otras ciudades de la URSS la población también ha salido a la caza de productos.

La mayoría de las críticas parlamentarias en el segundo día de discusión se centró en el alza de precios que contempla el programa económico. Para muchos, esta es sólo una forma de disminuir el déficit presupuestarlo, que el Gobierno pretende vender como un paso hacia la economía de mercado. El alza de los precios también ha creado fricciones entre el grupo del primer ministro y el del presidente, como se ha dejado entrever en el curso de una conferencia de prensa que el jefe de Gobierno, Nikolái Rizhkov, dio ayer después de la sesión matutina."Me han extrañado sobremanera las últimas declaraciones de Nikolái Petrakov, en las que se muestra contrario a la subida de los precios", respondió Rizhkov a una pregunta de este periódico. "Antes tenía otra opinión. Hace 10 meses le ofrecí el cargo de presidente del Comité Estatal de Precios. Petrakov se negó, argumentando que no creía que ese comité fuera necesario, pues los precios debían ser libres", agregó el primer ministro.

Petrakov, que es asesor económico de Gorbachov, ha criticado el programa gubernamental por considerar que no representa un paso a la economía de mercado, y que el alza de precios es una solución momentánea que obligará al Gobierno a seguir recurriendo a la emisión de dinero, con lo que las tendencias inflacionistas se reforzarán.

Rizhkov descartó la toma de medidas a nivel de todo el país para impedir el pánico que ha causado entre la población la noticia de la inminente alza de los precios. El Gobierno no piensa por el momento introducir cuotas ni cartillas de racionamiento.

Sobre este punto, aprobó las "restricciones defensivas" introducidas en Leningrado por el nuevo alcalde progresista, Anatoli Sobchak. En esa ciudad sólo se puede comprar en las tiendas mostrando el documento de identidad que acredita la residencia en Leningrado. Rizhkov dijo que en esa ciudad se han visto obligados a obrar de esa manera porque en la vecina Estonia habían subido los precios de una serie de productos y la gente se abastecía en Leningrado. El Ayuntamiento de Moscú, presidido por el radical Gavriil Popov, también introducirá restricciones a partir de mañana.

El jefe del Gobierno, sin embargo, cree indispensable contar con el apoyo de la población para introducir el programa gubernamental. "El Sóviet Supremo deberá decidir cómo tomar en cuenta la opinión de la gente, pero, aunque no hay todavía una ley de referéndum, a la población debe dársele la oportunidad de que diga sí o no", manifestó Rizhkov. En caso de que no se apruebe el programa, "no me aferraré a mi puesto. Tendrán otro Gobierno", dijo.

Independencia lituana

[La primera ministra lituana, Kazimiera Prunskiene, anunció ayer en Berlín que su Gobierno no anulará la declaración de independencia, aunque Moscú imponga una administración presidencial, informa Efe].

Una serie de diputados aprovechó ayer el debate sobre el programa económico para protestar contra el bloqueo a Lituania y plantear el problema del coste que éste supone para la misma Unión Soviética.

El economista georgiano Valerián Adbadze fue quien tuvo las palabras más duras al respecto.

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