Una muralla protegerá las pirámides de Gizeh del acoso turístico y del desierto
El proyecto, de inmediata construcción, prima los criterios de protección sobre la estética
Una muralla de aproximadamente dos kilómetros de longitud será construida en la explanada de las pirámides de Gizeh, como parte del proyecto presentado por la Unesco para preservar a los milenarios y deteriorados monumentos de la erosión que produce la arena del desierto y de la contaminación que acarrea el desarrollo urbanístico de sus proximidades, propiciado por la afluencia de los 4.000 turistas que diariamente acuden a visitarlas. El jefe de la delegación de la Unesco, Gerard Pollar, declaró que en el proyecto "más que la imagen estética, predominan los criterios de conservación".
La muralla de aproximadamente dos kilómetros de longitud, se extenderá desde el conocido hotel Menea House hasta la esfinge de Gizeh, y protegerá en su recorrido las pirámides de Keops, Kefren y Mikerinos.Faruk Hosni, ministro de Cultura egipcio, manifestó en rueda de prensa que como parte de la nueva estrategia de conservación, común de su gobierno y la Unesco, la muralla comenzará a construirse en los próximos días y que cuenta con un plazo máximo de un año y medio para ser concluida. Hosni reconoció que a pesar de los diferentes proyectos acometidos hasta ahora para conservar en buen estado las pirámides, el deterioro de la zona y el descuido por parte de los egipcios es notable.
Gerard Pollar, jefe de la comisión de la Unesco, de nacionalidad suiza, manifestó que los monumentos situados a 15 kilómetros de El Cairo, "sufren una erosión permanente por la arena del desierto, erosión que reduce cada 100 años 30 centímetros del espesor de la piedra". El experto añadió que, a su vez, el desarrollo urbanístico que ha experimentado El Cairo en los últimos diez años "ha perjudicado la conservación de los monumentos", y apuntó hacia la irresponsabilidad de la las autoridades "que han permitido el desarrollo de un pueblo a menos de un kilómetro de las pirámides".
El pueblo, Nazle El Zarriman, situado a los pies de la explanada de Gizeh, cuenta con unos 3.500 habitantes que se dedican principalmente al comercio y a aprovechar el flujo de los cerca de 4.000 turistas que visitan la histórica zona. El pueblo ha visto crecer el número de sus habitantes "a pasos agigantados", según Samir Garih, jefe de prensa del ministerio de Cultura egipcio, quien afrontó como "un problema del gobierno, el traslado del poblado". Pollar identificó el principal problema de la existencia del poblado con "la posibilidad de que se produzcan diferentes tipos de desprendimientos de tierra, debido a la fuerte humedad del terreno, provacada por el conducto de aguas freáticas".
Dario Camufo, miembro italiano de la comisión de la Unesco especialista en microclimatolo gía, dijo que el estado actual de la esfinge de Gizeh era "grave" y enumeró los diferente errores cometidos "en su equivocada restauración al utilizar materiales que poseen un Ph mayor al que es capaz de resistir la piedra de granito". En su opinión, a pesar de ello, "la estructura interna de permanece intacta y que sólo el exterior se ve perjudicado". La esfinge que representa el rostro del faraón Keops con cuerpo de león, ha perdido más de 11 metros de su hombro izquierdo.
Frank Preusser, científico alemán señaló que otro proyecto de conservación estudiado incluía la creación de una explanada con árboles cercana a las pirámides, con el fin de disminuir la acción de la arena sobre la piedra. Sin embargo, indicó que esta idea fue rechazada al existir una coincidencia unánime: "La belleza del desierto es directamente proporcional a la de las pirámides, y la existencia de árboles junto a ellas nunca concordaría con una imagen tan estructurada en la mente de la gente".
Babelia
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