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UNA NUEVA EUROPA

Los cambios en el Este impulsan una próxima disolución del Cocom

Enric González

ENRIC GONZÁLEZ ENVIADO ESPECIAL El Cocom, el organismo que ha impedido tenazmente la trasferencia tecnología occidental a los países del Este durante la guerra fría, parece condenado a una inmediata y discreta disolución. La Conferencia sobre Cooperación Económica en Europa (CCEE), que comenzó el lunes en Bonn (RFA), será, según todos los indicios, el final de trayecto del perro guardián de la tecnología occidental, convertido desde hace meses en un anacrónico vestigio simbólico del abatido muro de Berlín.

La referencia a la "atmósfera constructiva, acorde con el nuevo espíritu de confianza mutua y entendimiento que empieza a prevalecer en la CSCE [Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa]", hecha por el jefe de la delegación soviética, fue interpretada como una alusión directa a la inoperancia del Cocom, organización internacional cuya sede está situada en la Embajada de EE UU en París. Uno de los empresarios privados agregados a la delegación de Estados Unidos en la CCEE admitió ayer que "el Cocom ya está muerto, sólo falta decidir cómo lo enterramos".

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La presencia de empresarios en bastantes de las 35 delegaciones ha impregnado de pragmatismo el ambiente de esta primera reunión de la CCEE, que se ocupa de la segunda de las tres cestas de la CSCE, la de los asuntos económicos, tecnológicos y medioambientales. La comunidad empresarial presente en el colosal hotel Maritim de Bonn, donde se desarrollarán las tres semanas de trabajo, coincide en requerir de las negociaciones políticas dos resultados: la disolución del Cocom y de los impedimentos para transferir tecnología, por parte occidental, y el compromiso firme de someterse sin reservas a las leyes del mercado, por parte oriental.

Liberalización

El delegado yugoslavo, Srdjan Kerim, fue rotundo al afirmar que su país se encamina "a la desregulación y liberalización de la economía: el capital extranjero recibirá el mismo tratamiento que el nacional, los bancos van a ser privatizados, se está Creando un mercado de capitales y la moneda se ha hecho convertible". Las delegaciones de los restantes países del Este efectuaron declaraciones similares. La de la URSS, de donde han acudido varias docenas de empresarios, admitió la existencia de "dificultades para aplicar el programa económico de la perestroika", pero insistió en el objetivo de integrar la economía soviética "en el sistema económico mundial".

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La delegación española, que subrayó la importancia de la Comunidad Europea como núcleo de integración y los riesgos de tensiones inflacionarlas, brindó a los países del Este su propia experiencia, "que demuestra que el mercado ha respondido a una desregulación de los controles cambiarios con una entrada de capitales que ha eliminado los temores a una salida precipitada de divisas".

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