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UNA NUEVA EUROPA

Boyer: "Una Alemania fuerte es una baza europea"

El ex ministro de Economía examina las consecuencias de la convulsión del Este

Andrés Ortega

"En la situación actual del mundo, de competencia entre grandes potencias -Japón, Estados Unidos, y un día la propia Unión Soviética-, y frente a la política de siglos de que en Europa no haya ninguna potencia sensiblemente mayor que las otras, una Alemania fuerte y democrática es una baza para Europa", señala el ex ministro de Economía del primer Gobierno socialista español, Miguel Boyer.

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"Estamos viviendo un cambio completo en la geopolítica europea", dice Boyer en su despacho del piso 42º de la Torre Picasso, desde el que Madrid parece una ciudad pequeña. El actual presidente de Cartera Central (principal accionista del Banco Central, uno se los mayores de España), nacido en 1939, participó como independiente, a invitación del presidente de la Comisión Europea, en la elaboración del llamado Informe Delors sobre la Unión Económica y Monetaria. Es miembro también del Comité para la Unión Económica y Monetaria, que agrupa a diversas personalidades de la vida política europea.Consciente de que la unificación alemana "se va a producir por la fuerza de los hechos, sean cuales sean los recelos de otros países europeos", considera que "los condicionamientos que se pueden imponer a ese fenómeno son muy limitados".

Las prisas por la unión económica y monetaria entre las dos Alemanias vienen, según Boyer, de la obsesión por evitar el éxodo masivo de los alemanes del Este. No cree que se produzcan grandes revuelos en la economía europea por la convertibilidad de un marco del Oeste por uno del Este, que le parece "bastante razonable". Eso va a hacer competitiva la economía de Alemania del Este y "se puede asistir a un milagro económico" rápido. Recuerda Boyer el salto de los años cincuenta de Alemania Occidental. Y, para Alemania Oriental, "el que todas sus industrias sean para chatarra es una ventaja. La ventaja que tuvo Alemania en 1945. Hubo que empezar a cero. Las industrias se rehicieron al último grito".

¿Recelos? "Alemania es un país próspero que Lleva 40 años impecablemente democráticos. Estamos un poco desenfocados por la etapa nazi", explica Boyer. "Alemania no ha sido una nación notablemente peor que las otras grandes potencias europeas imperialistas, como Francia o Inglaterra". El período nazi fue de "una locura extraordinaria, y hay que relativizarlo porque Europa enloqueció en esa etapa. Los españoles nos asesinamos entre nosotros como pocos países europeos", señala como ejemplo.

Boyer no cree "que el riesgo sea el de una Alemania enloquecida, sino el de una Europa caótica por el resurgir de los nacionalismos exacerbados", junto con un desorden económico en el Este,, "Uno de los riesgos es una Europa en la que los nacionalismos hagan inviable un sistema conjunto que aproveche la capacidad económica y política de un continente".

Sistema colectivo

Y así, el reforzamiento de Alemania que supone la reunificación, "si no se la integra en un sistema colectivo en lo militar, en lo político y en lo económico puede conducir a una situación caótica en Europa. Hay tesis pesimistas en el sentido de que Alemania va a preferir no vincularse a la construcción de Europa occidental, sino quedar con las manos libres". Boyer no comparte estas tesis. "Hay que hacer un es fuerzo por integrar a Alemania y a los otros países de Europa del Este en un esquema colectivo militar, político y económico. Es bastante razonable pensar que Alemania acepte continuar el proyecto que estaba diseñado para la Europa de los doce aunque ésta se amplíe, pues va a reforzar así su peso".

Además, "a Europa occidental le tranquiliza que Alemania esté metida en un sistema colectivo, que Alemania se someta a lo que estaba previsto, y que puede ir desde la OTAN al sistema de Mercado único y de Unión Económica y Monetaria".

Respecto a la OTAN, Miguel Boyer considera que la Alianza Atlántica va a sobrevivir "transformada". "Durante un tiempo la Alianza Atlántica probablemente va a tener su papel, y es posible que en una evolución a más tiempo todavía conserve la vigencia de un sistema colectivo de seguridad". Boyer tiene además "la impresión de que a la Unión Soviética, sea cual sea la retórica del momento, le tranquiliza que una Alemania unificada esté integrada en la Alianza Atlántica. Una Alemania teóricamente neutral pero con las manos libres es una amenaza para la Unión Soviética mucho más que para cualquier otro país europeo".

Respecto a la CE, señala, la pregunta es "si se quiere una Comunidad Europea dominada de facto por Alemania o si se quiere una construcción institucional en la cual se someta Alemania a una serie de reglas colectivas de decisión. Por ejemplo, en el tema monetario la verdadera opción es si el Banco Central Europeo va a ser el Bundesbank alemán -lo es de facto- o si hacemos otra cosa en la cual se tengan que sentar los doce a decidir la política monetaria europea para discutir las cosas que ahora los alemanes imponen de facto".

A los no alemanes nos puede interesar, desde luego. ¿Pero y a los alemanes? "Desde el punto de vista económico, no", contesta Boyer, "pero el Gobierno alemán comprende que para que su propio proyecto de unidad y su propio proyecto en Europa del Este funcione, y para eliminar los recelos, tiene de alguna manera que aceptar el proyecto colectivo de Europa occidental". Por ello considera que la unión alemana debe funcionar en provecho de la construcción europea. "Ese es el gran problema: conseguir integrar a Alemania".

Respecto a los otros países de Europa, Boyer se muestra partidario de ampliar la Comunidad hacia el Este, con sus plazos, quizá 10 años, pues . esas economías han de adaptarse a la nueva Comunidad, "pero tiene que ser un objetivo".

"El propio proyecto europeo en lo económico, lo militar, lo jurídico e incluso lo diplomático ya estaba en un proceso de integración. Ahora súmese incorporación de la Europa del Este. Probablemente haya ahora que dar un salto en lo político también", reflexiona. "Es necesario organizar una estructura de tipo confederal y después federal en Europa".

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