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El síndrome del 'edificio enfermo'

La contaminación del aire en grandes instalaciones de trabajo causa enfermedades y bajo rendimiento

El progreso se cobra a veces sus tributos. Uno de ellos es el llamado síndrome del edificio enfermo, concepto acuñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para designar los problemas de salud que provoca la contaminación ambiental de las grandes instalaciones de trabajo en sus ocupantes, causa importante de absentismo y bajo rendimiento laboral. Gray Robertson, químico y bacteriólogo, afirma que es urgente el acondicionamiento de los modernos edificios para evitar la patología que los sistemas de ventilación inadecuados de los grandes centros públicos, comerciales y de oficinas están produciendo en los ocupantes y trabajadores de esos centros.

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Si la arquitectura e ingeniería vanguardistas ofrecen comodidades insospechadas en las construcciones tradicionales, también presentan serios inconvenientes al carecer de ventilación natural al exterior y estar dotadas muchas veces de sistemas de refrigeración mal instalados, ineficaces o sucios. Una consecuencia es la contaminación en el ambiente por bacterias, hongos y protozoos, responsables de la más variada sintomatología respiratoria, alérgica y cutánea. A ello hay que añadir otras fuentes de contaminación del aire, constituidas por los propios elementos de la construcción y los equipos y elementos de trabajo (fotocopiadoras, ordenadores, papel, mobiliario), así como por otros elementos derivados de la propia actividad de los trabajadores (tabaco, restos de comidas).

'Legionellas'

Gray Robertson, un químico británico de 46 años, afincado en Virginia (Estados Unidos), empezó a estudiar el llamado síndrome del edificio enfermo a raíz del brote en 1976 de una enfermedad parecida a la neumonía y que afectó a 182 personas que asistían a la Convención de la Legión Americana celebrada en un hotel con aire acondicionado de Filadelfia. La bacteria causante de esta patología, identificada más tarde como la Legionella pneumophiila, originó la muerte inmediata de 29 afectados, produciendo posteriormente otros cinco fallecimientos.

"Es curioso ver que la sensibilidad ante el problema del síndrome del edificio enfermo cada vez es mayor en todas las sociedades industrializadas. Recientemente, un tribunal de Florida y otro de California han dictado sendas sentencias a favor de dos empleados que habían enfermado a causa de la contaminación ambiental del lugar de trabajo", afirma Robertson, quien ha visitado en España a médicos, industriales, arquitectos, ingenieros y otros expertos con vistas a una conferencia que se celebrará en marzo en Madrid.

El Healthy Building International (HBI) de Virginia, fundado y presidido por el químico británico, tiene una amplia experiencia en el análisis y corrección de esta patología. El HBI ha estudiado más de 500 edificios en grandes centros comerciales, oficinas, bancos, hospitales, departamentos ministeriales, etcétera, en Estados Unidos, Canadá, Japón, Europa y Latinoamérica.

La empresa instalará una delegación en España y emprenderá el primer análisis de un gran edificio moderno situado en Madrid.

Los estudios del HBI han detectado corno elementos patógenos el gas radón, el dióxido de carbono, el ozono, los asbestos y las fibras de vidrio.

Alergia

Dolores de cabeza, rinitis, conjuntivitis, cansancio, sensación de falta de aire, náuseas, fatiga, dificultad de concentración para trabajar y problemas respiratorios son los síntomas y trastornos más frecuentes producidos por síndrome del edificio enfermo.

Muchos de estos trastornos son de origen alérgico y no plantea un serio problema para el trabajador, puesto que sólo puede restablecerse en caso de no exponerse al agente que causa la alergia, lo que puede obligarle a abandonar el empleo.

Miguel Hinojosa, alergólogo del Centro Ramón y Cajal, advierte que es importante una coordinación entre autoridades, empresarios, arquitectos ingenieros, médicos y otros expertos implicados en este tema, para abordar la construcción de grandes edificios que no perjudiquen a la salud de sus ocupantes.

Según Hinojosa, "casos como el de los hongos aparecidos en los quirófanos del hospital de La Paz pueden prevenir se con los adecuados controles sobre los sistemas de ventilación. Es fundamental mantener las debidas condiciones de humedad, composición y temperatura del aire, así como respetar las normas de higiene".

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