Rushdie cumple su primer año de condena
El autor de 'Versos satánicos' presiona a sus editores para que publiquen la obra en rústica
Salman Rushdie ha ido cambiando de residencia en Inglaterra (más de 60 veces desde febrero del año pasado) y ha vivido "sentenciado a la prisión del mundo", como titulaba ayer el diario The Guardian junto a unas declaraciones telefónicas del escritor, las primeras que se publican después de la sentencia a muerte que contra él decretó hace casi un año el ayatollah Jomeini. En ellas, el autor de Versos satánicos dice: "Uno desearía que este asunto concluyese, pero no soy el que ha creado el problema". The New York Times Book Review publicó el domingo pasado una crítica escrita por Rushdie sobre la nueva novela de Thornas Pynchon, Vineland, que se reproduce en estas páginas.
La quema en Bradford (Reino Unido) de ejemplares de Versos satánicos por musulmanes, el 15 de enero de 1989, ayer hizo un año, significó para el escritor de origen indio Salman Rushdie el comienzo de un problema que el 14 de febrero se transformó en pesadilla, tras la condena a muerte que Jomeini decretó en su contra por blasfemia, con la petición a los musulmanes del mundo de que fuese ejecutado "allá donde lo encuentren".La sentencia de Jomeini, que falleció a los 89 años el pasado 3 de junio, no fue levantada, y el día 8 de ese mes el presidente del Parlamento iraní, hojatoleslam Rafsanyani, declaró que "nadie tiene autoridad espiritual para levantar la sentencia".
Pese a las presiones sicológicas, avivadas por grupos musulmanes, Rusdie se mantiene en una postura de coraje y de reivindicación de su obra, y está presionando a sus editores, Viking Penguin, para que publiquen en rústica los Versos satánicos. "Esta edición debe ser publicada", dijo a The Guardian.
Por primera vez desde que se escondió, Rushdie ha permitido que se publique el contenido de una conversación telefónica, que mantuvo con el diario británico. No quiso decir nada sobre si los agentes secretos que lo custodian estiman que su situación es algo menos peligrosa ahora, y se limitó a comentar: "En absoluto deberían suponer ustedes que tengo demasiada libertad".
Rushdie, que trabaja en una historia para niños entre 10 y 12 años que espera concluir en marzo, señaló sobre sus limitaciones vitales: "No puedo decir que esté trabajando de la manera en que acostumbro hacerlo. Pero es más llevadero cuando estoy trabajando". También comentó que sería imposible no sentirse afectado "por este grado de hostilidad que está totalmente fuera de lugar. No soy el enemigo de mi propia gente".
El escritor mostró su agradecimiento por el apoyo de amigos y lectores: "Es agradable percatarse de que hay algo más que animadversión hacia uno. Recibo muchas cartas de apoyo, incluidas las de musulmanes que han leído el libro".
"Pienso que si mucha de la gente que protestó se tomase la molestia de leer el libro", añadió, "comprobaría que su contenido no les es desfavorable. Los principales personajes son británicos y no están tratados de forma desfavorable".Eventual publicación
El anuncio de la eventual publicación de Versos satánicos en rústica ya puso en pie de guerra a la comunidad musulmana británica a finales de septiembre, y la editorial declaró entonces no tener nada decidido sobre este asunto.
El periódico The Times informaba el domingo de la presencia a diario de piquetes compuestos por musulmanes junto a los cuarteles generales de Penguin en el oeste de Londres, como parte de una campaña que trataría de presionar para que la editorial no publique la edición en rústica. Los musulmanes dicen que si Viking Penguin no retira el libro que les ha causado "un daño tan profundo" la compañía se arriesga a echar a perder sus negocios en 46 países islámicos, una amenaza que según este argumento podría dañar gravemente a un grupo empresarial con amplios intereses en el Oriente Medio.
Durante el pasado año, sólo en el Reino Unido Penguin ha recibido 5.000 cartas amenazadoras y 25 avisos de bomba. Sus oficinas han sido evacuadas seis veces y al menos seis librerías han recibido ataques consumados en relación con la novela -de la que se han vendido alrededor de 100.000 ejemplares- y dos de ellas quedaron destruidas. Se dice que Penguin ha gastado unos 400 millones de pesetas en medidas de seguridad.
Mientras Penguin trata de resolver esta gran controversia, Salman Rushdie sigue publicando periódicamente, la última vez el pasado domingo, curiosamente una crítica literaria sobre el último libro, Vineland, de Thomas Ruggles Pynchon (Long Island, 1937), autor que pasará a la historia de la literatura como el ejemplo perfecto de escritor oculto. Su leyenda comenzó en 1963 con la publicación de su primera novela, V. (en español traducida por Tusquets Editores, 1987). El libro, que obtuvo un notable éxito de crítica, no consiguió sacar a Pynchon de su aislamiento en algún lugar de Méjico. Desde entonces, todos los intentos por seguir su pista han sido infructuosos.
Babelia
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