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La oposición de la RDA aplaza su amenaza de retirarse de la mesa redonda con el Gobierno

El primer pulso entre el Gobierno y la oposición de la República Democrática Alemana acabó ayer un tanto cómicamente y puso en evidencia la ingenuidad y la falta de información de esta última. Los miembros de la alianza opositora tuvieron que rendirse a la evidencia y aplazar su amenaza de retirarse de la mesa redonda que negocia el proceso de reformas si no comparecía el primer ministro, Hans Modrow, para explicar cómo había sido desmantelada totalmente la vieja policía política (Stasi).

Mientras, unas 150.000 personas volvieron a manifestarse anoche en Leipzig contra el comunismo y por la unidad alemana. Por primera vez, hubo gritos contra Modrow y su Gobierno reformista.Los asistentes a la mesa redonda insistieron, tal y como ya habían anunciado, en que el Gobierno presentara pruebas irrevocables de que la Stasi había sido realmente desmantelada y que sus armas habían sido entregadas al Ejército. El Gobierno presentó varios informes al respecto que no fueron aceptados por la alianza opositora, que pidió un receso en las conversaciones para decidir qué postura tomar. La portavoz de Nuevo Foro, Ingrid Koeppe, dijo entonces a los medios de comunicación que ninguno de los informes del Gobierno era convincente. Iniciadas de nuevo las conversaciones, Wolfgang Schnurr, de Despertar Democrático (DA) lanzó un ultimátum al Gobierno en el sentido de que si el primer ministro no acudía en dos horas, la alianza opositora en pleno se retiraba. Modrow había viajado a Sofía para asistir a la cumbre del CAME.

Al margen de las confesadas intenciones de Modrow de establecer algún tipo de fuerzas de seguridad interior, la oposición consiguió enterarse ayer de que, pese a las promesas de que la Stasi había sido desmantelada, cerca de 60.000 miembros de esta fuerza continuan en la nómina del Estado, aunque se hayan disuelto las organizaciones para las que trabajaban.

El fantasma de un posible resurgir neonazi en la RDA volvió a soplar ayer cuando el líder de la extrema derecha de la RFA, Franz Schoenhuber, intentó infructuosamente cruzar a Berlín Oriental valiéndose de un pasaporte diplomático como miembro del Parlamento Europeo. La policía fronteriza se lo impidió por sus "actividades fascistas". Schoenhuber asegura contar con numerosos seguidores en la RDA.

[El ex jefe de Estado de la RDA Erich Honecker, de 77 años, que sufre un cáncer de riñon, permanece hospitalizado desde el domingo, informa Efe].

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