El antropólogo vasco José Miguel de Barandiarán recibe un homenaje al cumplir 100 años

El antropólogo y arqueólogo vasco José Miguel de Barandiarán cumple mañana 100 años. Los actos de homenaje organizados por las instituciones públicas vascas y los vecinos de Ataun, la localidad guipuzcoana donde nació y reside desde su regreso del exilio el primer científico que estudió la cultura popular vasca, culminan este fin de semana sin la asistencia del centenario investigador, obligado a guardar reposo. La obra de Barandiarán fue pionera en la investigación sistemática de los rasgos culturales de los grupos humanos vascos y representó la superación de la concepción romántica del folclor.

Los colaboradores más cercanos de José Miguel de Barándiarán, reconocen en el centenario sacerdote guipuzcoano a "un hombre extremadamente observador, detallista, abierto, atento a cualquier iniciativa, que nunca juzga los hechos que le rodean, de carácter optimista y afable". "El rigor científico de su obra plasma el espíritu de Barandiarán", indica Ander Manterola, miembro del comité científico de la Fundación José Miguel de Barandiarán creada para recopilar y completar su obra investigadora.La idiosincrasia del etnólogo también ha condicionado su relación con los investigadores que han proseguido sus estudios. "Ha tenido discípulos, no alumnos. Ha sido el maestro de muchos estudiosos, con quienes ha entablado relaciones personales rodeadas de un gran afecto y respeto", destaca Manterola.

Los actos de homenaje con motivo del centenario se están desarrollando en Ataun (Guipuzcoa), localidad natal de Barandiarán desde hace dos semanas con la celebración de diversos actos culturales. Mañana se cierra el programa con la visita del lehendakari José Antonio Ardanza y la instalación de una escultura de Eduardo Chillida en la casa del centenario investigador.

La aportación más importante y original de Barandiarán es, en opinión de Manterola, "el inicio de la investigación sistemática del complejo cultural de los grupos humanos vascos, dedicándose fundamentalmente al estudio de la mentalidad popular, de su universo mental". El canal empleado para difundir su trabajo fue una modesta publicación mensual decuatro páginas, Eusko folklore. Materiales y cuestionarios, pero de gran trancendencia para la elaboración de la obra posterior. "En la revista recogió todos los aspectos relacionados con las creencias, leyendas, cuentos, supersticiones, conceptos relacionados con los fenómenos metereológicos, monumentos... De estas investigaciones parten las grandes obras de síntesis posteriores", explica Manterola.

Barandiarán es reconocido como el primer científico que estudió la etnografía en el País Vasco. "Con su trabajo hubo una transición desde la concepción romántica del folclor en el siglo XIX hacia un estudio sistemático y organizado de la etnografia". Manterola subraya entre las publicaciones de Barandiarán sus obras sobre mitología vasca. "Escribió un primer resumen en 1925. Después se editó Mitología Vasca y el Diccionario ilustrado. La obra sobre este tema es absolutamente original y elaborada con rigor". Manterola recuerda que Barandiarán nunca se ha llamado a sí mismo antropólogo, a pesar de ser responsable de haber promovido el estudio de esta disciplina en Euskadi. "El procede de una vieja escuela en la que la antropología se limitaba a un aspecto físico. En colaboración con su maestro Telesforo Aranzadi impulsó los estudios arqueológicos hasta la guerra civil, realizando importantes descubrimientos".