Funcionarios soviéticos admiten que la invasión fue un error

La invasión de Checoslovaquía por tropas del Pacto de Varsovia en 1968 fue condenada ayer por varios de los representantes soviéticos que acompañan a Mijail Gorbachov en su visita a Italia, quienes se mostraron favorables a que el Soviet Supremo de la URSS adopte una resolución en ese sentido.Con la revisión de este tema pendiente de la política exterior de Leonid Breznev, inauguraron ayer su programa las personalidades que preceden a la visita de Gorbachov.

Los diputados Ivan Laptev, miembro del comité central del Partido Comunista de la Unión Soviética; Constantin Frolov, vicepresidente de la Academia de Ciencias; y Serguei Alekselev, jefe del comité de legislación del Parlamento, se identificaron con la condena, al igual que lo hizo Valentin Chikin, diputado y director del diario conservador Sovietskaya Rossia.

La idea de consenso y de representación de todas las tendencias piolíticas que existen en la vida soviética ha sido el elemento dominante a la hora de formar la delegación que ha viajado a Italia. Esto supone, en opinión de medios soviéticos, un cambio cualitativo en relación a visitas anteriores, donde se ponía el acento en personajes que supieran convencer a un público occidental de que la perestroika era una realidad.

El "socialismo con rostro hurnano", una idea de la primavera de Praga, es precisamente una de las tesis centrales de un importante artículo publicado por Gorbachov en el diario Pravda en vísperas de abandonar la URSS. El artículo abre una puerta a la futura división del partido comunista y tiende una mano a la socialdemocracia occidental con un desarrollo de la idea de convegencia.

La cuestión alemana dominará tanto la estancia en Italia de Gorbachov como su encuentro con el presidente norteamericano, George Bush, en Malta, el próximo fin de semana.