Pinochet anuncia la disolución de la policía secreta de la dictadura

El general Augusto Pinochet anunció que será disuelta la Central Nacional de Informaciones, la policía secreta de la dictadura, más conocida por su sigla, CNI, tres letras que han simbolizado el terror y el miedo durante 12 años. Pinochet afirmó, durante una gira por el sur de Chile: "La CNI se va a disolver porque es un organismo que servía al Gobierno", y agregó que no podía decir ahora cuál será el destino de sus agentes y cuarteles.En un desayuno con periodistas, Pinochet dijo que trasladará su despacho del palacio presidencial de la Moneda al Ministerio de Defensa, aunque no aclaró si lo hará antes o después de las elecciones del 14 de diciembre. En amenazantes términos, rechazó cualquier juicio contra miembros de las fuerzas armadas: "El día que me toquen a alguno de mis hombres se acabó el Estado de derecho. Esto lo he dicho una vez y no lo repito más, pero sepan que va a ser así. Bien clara la cosa".

Funcionarios de la CNI sostienen que el organismo continuará con otro nombre, bajo el amparo del Ejército. "Aquí no habrá calabaza, calabaza, cada uno para su casa", dijo un jefe de la CNI. El personal de la central, la mitad civiles y el resto militares después de que la Marina, la Fuerza Aérea y los carabineros retiraran sus hombres, y sus cuarteles pasaran a depender de la Dirección de Inteligencia del Ejército (Dine).

Contra los derechos humanos

La apertura política y las campañas electorales pusieron una lápida sobre la CNI, aunque su fin sea sólo nominal. Ni los candidatos de la derecha defendieron con vigor a la CNI. Muy pocos osan defender a un organismo que "refleja a la perfección la política de violación de derechos humanos del régimen", según Roberto Garreton, abogado de la Vicaría de la Solidaridad de la Iglesia católica.Un cambio de nombre dio origen a la CNI en 1977, cuando reemplazó a la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina), responsable de la detención y desaparición de cientos de opositores. Después del asesinato en Washington del ex ministro socialista Orlando Letelier, el régimen creó la CNI como reacción ante la presión norteamericana para juzgar en EE UU al general Manuel Contreras, el Mamo, jefe de la Dina, acusado de planificar ese atentado.

Doce años le bastaron a la CNI para crearse un siniestro prestigio. Aunque el número de detenidos desaparecidos disminuyó, miles de personas han denunciado torturas en sus cuarteles.