El indulto militar enfrenta a Gobierno y jueces argentinos

El vicepresidente argentino, Eduardo Duhalde, admitió ayer que el indulto a los militares involucrados en alzamientos y a los que continúan bajo proceso por graves violaciones de los derechos humanos podría anunciarse hoy. El presidente Carlos Menem aclaró que los decretos se harán públicos a finales de octubre próximo.La decisión del Gobierno ha aumentado la tensión a lo largo de la semana. La Corte Suprema de Justicia, el máximo tribunal del país, podría declarar la inconstitucionalidad de los indultos a militares bajo proceso. Una senadora peronista ha pedido el juicio político a uno de los jueces, y el viernes la Cámara Alta aprobó el proyecto del Ejecutivo, que propone ampliar de cinco a nueve el número de miembros del Tribunal. La Corte se pronunció en contra, y el presidente, José Severo Caballero, renunció a su cargo pero no a su puesto. El general Santiago Omar Riveros que, cuando fue citado en septiembre no acudió porque "debía ser atendido en Brasil de una afección cardiaca", volvio a ser convocado para el próximo 13 de octubre y tendrá que presentarse a declarar si el presidente Menem no le concede el indulto antes de esa fecha.

Menem, tras su visita oficial de cinco días a EE UU, viajó directarnente a Rosario, unos 380 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, para recibir con honores de jefe de Estado los restos mortales del brigadier Juan Manuel de Rosas, símbolo máximo de las guerras civiles que en el siglo pasado enfrentaron a los argentinos.

Todos los sectores políticos y sociales juegan ya sus últimas cartas a favor y en contra de la medida. Los obispos, después de pronunciarse en conjuirito por la necesidad previa de "arrepentirse de los pecados", se manifiestan individualmente. El cardenal Raúl Primatesta, presidente de la conferencia episcopal,aclaró que basta con una confesión "ante Dios" para merecer el indulto. Antonio Quarracino, obispo de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, exigió que no se iguale en el perdón al general Videla con el terrorista Mario Firmenich, líder de los Montoneros, ambos condenados.

El Gobierno desplegó una campaña publicitaria con motivo de la repatriación de los. restos de Rosas, que estaban enterrados en el cementario de Southampton, en Inglaterra. La consigna "Reconciliemos el pasado para salvar el futuro" se reproduce en miles de carteles y en anuncios de los periódicos. Los telediarios de las cadenas de radio y de televisión en manos del Estado y los periódicos de centro-derecha entrevistan a funcionarios y a líderes políticos que están de acuerdo con el indulto. El propio presidente Menem dijo que son "sectores minoritarios" los que organizan marchas y festivales de oposición a la medida.

Por su parte, las organizaciones defensoras de los derechos humanos y los partidos de centro-izquierda iniciaron una campaña en las calles para recoger firmas de adhesión al no. El partido comunista denunció las amenazas de un supuesto "comando operativo de las fuerzas de seguridad", que obligó a levantar una de las 2.000 mesas instaladas en las calles. Más de 200.000 personas han firmado ya el texto de una carta dirigida al presidente Menem.