"Un orden europeo libre"
"Es una pena que esta gente tenga que abandonar su país", dije, Hans Dietrich Genscher a medianoche de ayer por televisión a su regreso a Bonn. "Hay que apoyar las reformas en la RDA, hay que conseguir un orden europeo libre, hay que trabajar por la casa común europea". Genscher hizo un llamamiento al diálogo entre las dos Alemanias para impedir que una situación así vuelva a repetirse, e insistió en que la ocupación de embajadas no era el sistema para emigrar a la RFA.Sin contar a los que hayan cruzado la pasada noche la. frontera entre Hungría y Austria, hoy se acerca a 35.000 la cifra de ciudadanos de la RDA que han pasado a la RFA desde que a primeros de agosto un centenar escaso se encerró en la representación diplomática de Bonn en Berlín Oriental. Es, sin duda, el mayor éxodo desde que se construyó el muro de Berlín, pero, pese a todo, no llega ni a la mitad de aquellos que van a cruzar el telón de acero con sus papeles en regia, gracias a los acuerdos entre las dos Alemanias.
Cerca de 25.000 han atravesado la frontera entre Hungría y Austria desde que el pasado día 11 el Gobierno de Budapest, en una acción unilateral que fue durísimamente criticada por Berlín Oriental, abriera su línea divisoria. Antes habían cruzado ilegalmente, corriendo entre pastizales, mezclados con una concentración europeísta y de muchas otras maneras, cerca de 7.000.
Servicios en cuadro
informaciones procedentes de la RDA aseguran que a causa del éxodo ya hay numerosos servicios públicos que no funcionan. En la localidad de Jena no quedan conductores para los autobuses urbanos. Un determinado número de escuelas y, lo que es más grave, de centros hospitalarios han tenido que cerrar o reducir sus actividades.
El problema es que quienes están abandonando su país son gente cualificada, joven y ambiciosa. Si a esto se añade que los activistas políticos ya han conseguido irse legalmente o por el sistema de la compra por parte de Bonn, no debe extrañar que sea difícil que surja en la RDA una oposición organizada o que no se encuentren líderes capaces de aglutinar la protesta contra un régimen que parece paralizado. El tiempo empieza a ser un elemento precioso para las autoridades de Berlín Oriental.
La operación para transportar a los 650 refugiados de la embajada de Varsovia no ha sido desvelada. Se sabe, sin embargo, que anoche se les avisó, tanto a los que estaban en la cancillería como a otro grupo que se había trasladado a un seminario a las afueras de la capital polaca, que prepararan sus pertenencias para poder partir en cualquier momento.
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