"Me desmayo"

Los diputados y los telespectadores polacos vivieron ayer momentos dramáticos cuando, en mitad de su discurso, el primer ministro, Tadeusz Mazowiecki, susurró al jefe del grupo parlamentario, sentado a unos cinco metros de él: "Me desmayo". Antes de perder el conocimiento, Mazowiecki pidió al presidente del Parlamento que interrumpiera el debate. Se anunció una pausa de 15 minutos, que acabaron convirtiéndose en 47, durante los que no paraban de entrar y salir médicos y enfermeras de la habitación contigua al hemiciclo en que se hallaba el primer ministro.Unos 25 minutos después de haberse desvanecido, Mazowiecki, ayudado por uno de sus hijos, salió de la sede del Parlamento a tomar el fresco y descansar. Unos 15 minutos después, un Mazowiecki sonriente y haciendo gestos a los periodistas volvía a los pasillos de la Dieta (Parlamento). El médico del Gobierno, doctor Stanczak, aseguró a EL PAÍS que no se trataba más que de una crisis causada por el cansancia, efecto de las tres semanas de intensas negociaciones y trabajos relacionados con la presentación del Gabinete. No obstante, se sabe que Mazowiecki está enfermo del corazón y su estado de salud es precario.

Al volver a la sala para continuar su discurso, Mazowiecki fue recibido con una ovación de todos los diputados. Sus primeras palabras fueron para bromear sobre el incidente: "Mi estado de salud se parece un poco al estado de nuestra economía, pero ya ven ustedes que estoy recuperado. Y nuestra economía también se va a recuperar". La intervención de Mazowiecki continuó ya sin incidentes.

En cuanto a las relaciones internacionales de Polonia, que a partir de ayer dirige un ministro no comunista, Mazowiecki anunció que su país respetará los tratados y los acuerclos internacionales, alusión a la pertenencia de Polonia al Pacto de Varsovia. "No es una posición táctica, sino el resultado de la comprensión de la razón del Estado polaco", aseguró Mazowiecki. La condición necesaria para los cambios evolutivos en nuestro continente es, según Mazowiecki, "el respeto de las fronteras existentes", alusión a la postura de algunos medíos políticos de la República Federal de Alemania, que cuestionan la actual frontera occidental de Polonia.