Los representantes de la profesión cinematográfica rechazan en su totalidad el 'decreto Semprún'

El Comité Unitario Interprofesional de la Cinematografía y lo Audiovisual (CUICA) ha presentado a Miguel Marías, director general del Instituto de la Cinematografía (ICAA), una "propuesta básica para la regulación del mercado cinematográfico". Esta propuesta supone un rechazo "en su totalidad del anteproyecto de Decreto de Ayudas a la Cinematografía" recientemente dado a conocer por el ICAA y conocido como decreto Semprún, que sustituirá en materia de protección al cine español al decreto Miró.

La totalidad de los sectores profesionales de la industria del cine, representados en el CUICA, consideran que el citado decreto Semprún "es regresivo e insuficiente, porque agravaría aún más los problemas actuales de nuestra industria y porque no tiene en cuenta la realidad del mercado cinematográfico y audiovisual español".El documento elaborado por dicho Comité Unitario es una respuesta global de los profesionales del cine a la invitación, cursada a mediados de este mes por el director del ICAA, de que el articulado del decreto Semprún fuera analizado de manera razonada por ellos.

Ese "análisis razonado" consta de 52 folios que comprenden el conjunto de soluciones que, a juicio de los componentes del CUICA, ha de contener "cualquier medida legislativa que trate de solucionar los problemas del cine" y que, según dicho informe, "ha de basarse en un conocimiento y análisis completo del mercado audiovisual". Su amplitud hace que la descripción completa escape de los límites de una crónica de urgencia. Sin embargo destacan en ella varios aspectos de relieve.

El primero se centra en la exposición de las relaciones entre cine y televisión, relaciones que, en términos de la "propuesta básica", requieren una urgente racionalización, que ha de dirigirse al aumento de los llamados derechos de antena, por los que TVE adquiere filmes para su emisión. Estos derechos abarcan un periodo de 7 años y una valoración de 27.500.000 de pesetas por filme. El Comité Unitario pide la reducción del plazo y el aumento del precio de la película.

El pirateo del vídeo

Otro punto relevante de la propuesta es la exigencia de una ordenación y regulación del mercado del vídeo, respecto del que afirma que "cuando en todos los países de la CE el mercado audiovisual ya ha sido objeto de una adecuada regulación, la industria española sigue siendo víctima de un mercado anárquico y salvaje". La propuesta pide "una decidida política de saneamiento y de cumplimiento de las leyes vigentes". El mercado del vídeo padece graves irregularidades a causa del pirateo, actividad fraudulenta en la que se trafica ilegalmente de manera masiva con videocasetes clandestinos.Un tercer aspecto de la propuesta del CUICA es la inmediata informatización del control de taquilla, que impida el fraude de los taquillajes, calculado desde hace años por representantes de Cultura entre un 20 y un 30 por ciento de los rendimientos en sala de los filmes. La "propuesta básica" solicita también la regulación de los sistemas de contratación de filmes y el apoyo estatal para facilitar la difusión del cine español en el mercado interior, mediante cuotas de pantalla y cuotas de distribución.

Un cuarto punto hace referencia al fortalecimiento de las empresas productoras españolas. El documento del CUICA propone que el ICAA diseñe una política de apoyo y fomento de la producción mediante ayudas, desgravaciones fiscales, sistemas crediticios blandos, incentivos para el desarrollo de la inversión privada en el cine, freno al peligro de actividades monopolísticas que puedan derivarse de la aparicion de empresas públicas (como RTVE) dedicadas a la producción de cine y el establecimiento de un sistema de ayudas públicas directas a la producción, distribucuión y exhibición de filmes.

La "propuesta básica" de los profesionales del cine hace hincapié en la "necesidad de ampliar el Fondo de protección a la Cinematografía, que no solo no ha crecido en los últimos años, pese a la depreciación de la peseta, sino que ha disminuido".

Fondo de protección

Y propone una doble innovación: por un lado, independizar a dicho Fondo de los Presupuestos Generales del Estado, mediante la creación de una serie de mecanismos de provisión a dicho Fondo con dinero procedente de la dinámica del cine; y por otro lado llega más lejos: a la petición de independizar al ICAA de la estructura del Ministerio de Cultura. El nuevo organismo propuesto por el CUICA se llamaría "Centro Nacional del Cine y el Audiovisual" y estaría regido por un consejo integrado por representantes electos de los sectores de la industria".Otras peculiaridades de la "propuesta básica" son la recreación de la extinguida Escuela de Cine y la objetivación de la Subcomisión de Valoración Técnica (organismo consultivo encargado de dictaminar qué proyectos de filmes merecen ayuda oficial) que, según el CUICA "debe estar constituida exclusivamente por representantes nombrados por las agrupaciones profesionales, sindicales y de empresas productoras representativas de todo el Estado. Las decisiones de esta subcomisión tendrían carácter vinculante". Esta innovación tiene por objeto apartar de la decisión de qué filmes tendrán ayuda estatal a políticos y funcionarios, con objeto de evitar el peligro de dirigismo.