Que hablen las piedras

Un proyecto destinado a potenciar científica y museográficamente las ruinas de la ciudad grecorromana de Empúries (Gerona), cuyo presupuesto supera los 1.000 millones de pesetas, comenzará a ser ejecutado próximamente por la Diputación Provincial de Barcelona, propietaria del conjunto. El monumento, que constituye el primer asentamiento helénico conocido en España, pasará a ser gestionado en los próximos meses por un consorcio, presidido por la Reina, en el que previsiblemente se integrarán, además de la propia corporación provincial, la Comunidad Europea, el Ministerio de Cultura y la Generalitat de Cataluña, entre otras instituciones.Ochenta y un años después del inicio de las excavaciones, la vieja Emporion dejará de ser "un montón de piedras ininteligible para el profano", como reconoce el proyecto, para convertirse en un documento comprensible para las 300.000 personas que la visitan cada año . Éste es, al me nos, el objetivo prioritario del plan elaborado por el arqueólogo Enric Sanmartí y el jefe del servicio de Museos de la diputación, Roger Marcet.

El proyecto de convertir el recinto arqueológico monumental de Empúries en un museo al aire libre prevé el diseño de un nuevo itinerario de visita y la instalación junto a los principales monumentos -las murallas, el ágora (plaza pública) y la stoa (mercado) de la ciudad griega y el foro romano, entre otros- de una serie de elementos que faciliten su comprensión. Entre estos elementos destaca una colección de dibujos -serigrafiados sobre un cristal blindado- de la reproducción o reintegración volumétrica de los monumentos mencionados, realizados a partir del estudio de los restos arqueológicos excavados. Se trata, como dice el proyecto, de conseguir que "las piedras hablen", adoptando fórmulas ya utilizadas en el fortín helenístico de Eurialo, en Siracusa, o en las ciudades de Priene -Asia Menor- y Pompeya.

El nuevo itinerario incluye la construcción de un paso elevado -cuyo diseño se encuentra todavía en estudio- sobre la zona sur de la ciudad griega, que permitirá al visitante observar la evolución de su sistema defensivo: la muralla del siglo IV antes de Cristo, el parapeto de la segunda mitad del siglo III de la misma era y una segunda muralla, construida un siglo después, a sólo 25 metros de la anterior.

El proyecto también prevé, en una fase posterior, la reforma del museo instalado en 1961 en la antigua iglesia de un monasterio servita construido a finales del siglo XVII junto al núcleo de la ciudad griega. Este museo, que desde su creación apenas ha sido modificado, tiene ahora "un carácter antipedagógico" y ofrece, con una excesiva acumulación de piezas repetitivas e "informaciones científicas claramente superadas por las recientes investigaciones", según el proyecto. En su nueva formulación, el museo tratará de plasmar, con ayuda de maquetas, dibujos y fotografías, "la evolución histórica y urbanística, la ideología, la estructura, el funcionamiento y la vida cotidiana de los distintos núcleos emporitanos".